El triángulo de poder que conforman el Presidente Javier Milei, su hermana y Secretaria General de la Presidencia, Karina; y el asesor de íntima confianza que participa de las negociaciones claves para el Gobierno, Santiago Caputo, tiene un integrante “tapado” que, según trasciende, ostenta el “poder real”.

Se trata de Rodrigo Lugones. Su nombre danza en los principales círculos de información y de la opinión pública. Se lo cataloga como la pieza fundamental del esquema de comunicación política y el cerebro por donde pasan los principales nudos argumentales del discurso libertario, con los que el ejército de trolls afines a Milei apuntan los blancos de insultos en las redes sociales contra opositores de cualquier ámbito.

Rodrigo Lugones y su padre, Mario Lugones.
Rodrigo Lugones y su padre, Mario Lugones.

“Hay algunos ‘cráneos’ que andan por España que creen manejar el marketing. Los cinco premios Nobel que tenemos, ¿de dónde te pensás que salieron?, ‘cráneo de Madrid’”, planteó un furioso Eduardo Feinmann la semana pasada cuando desde el universo digital “libertario” despotricaban contra la masiva marcha universitaria. El dardo directo fue contra Lugones.

En el entorno de Caputo niegan cualquier vinculación con el hijo del médico Mario Lugones, que también se trae de los suyas en las sombras del Ministerio de Salud. Pero los rumores de trabajo en conjunto de “El Arquitecto” del triunfo de Milei, con quien fueron socios de consultora, se multiplican.

Ambos comandan el equipo de comunicación digital de La Libertad Avanza (LLA), y son pilares del grupo que se quedó con el mundo “digital” libertario tras vencer en la pulseada interna a Iñaki Gutiérrez. A diferencia de Caputo, la base de operaciones de Lugones no está en el Salón de los Próceres, ex Salón de las Mujeres de la Casa Rosada, con el líder del denominado “Grupo Marlboro”, sino en Madrid. Su “Puerta de Hierro”.

“He tenido muy buenos discípulos. Pero entre los argentinos, Lugones y Caputo son de los más destacados”, afirmó a Diagonales el exasesor macrista, Jaime Durán Barba.

Santiago Caputo, "el arquitecto" mileísta.
Santiago Caputo, "el arquitecto" mileísta.

Lugones trabajó con el experto ecuatoriano en consultoría de imagen política hasta que se desató un escándalo durante la campaña de Mauricio Macri para jefe de Gobierno porteño en 2011. El por entonces excandidato del Frente Para La Victoria lo apuntaba como la cabeza de una “campaña sucia” contra el exministro de Educación, vinculándolo con Sergio Schoeklender y la causa de corrupción del programa de viviendas Sueños compartidos. Lugones debió renunciar.

El pasado profesional de Lugones no admite pruritos ideológicos ni estómago. De trayectoria en la agrupación estudiantil de la UCR Franja Morada, desde los años 2000 a la fecha se involucró con un variopinto ecosistema político. Tras participar de la campaña presidencial de Fernando De la Rúa, desplegando una fuerte afinidad con el radicalismo porteño, se formó y especializó durante la campaña estadounidense en 2004.

El plantel inicial del gabinete de gobierno.
El plantel inicial del gabinete de gobierno.

En ese tiempo, integró el equipo del exsecretario de Estado que perdería contra el republicano George Bush hijo, que accedería a su segundo mandato. Pasados los comicios, se integró como consultor en el Comité Nacional Demócrata. Luego de la aventura por las filas duranbarbistas, Lugones desarrolló las empresas Tag Continental y Connectic SRL, ambas de focus group.

Y siguió su camino por la política nacional: estuvo a la cabeza del equipo de Matías Tombolini, cuando el economista disputó la jefatura de Gobierno en la Ciudad de Buenos Aires en 2019, bajo el ala de Roberto Lavagna. Allí compartió equipo con otros actuales legisladores porteños mileístas como Ramiro Marra Eugenio Casielles.

Hoy se lo apunta como “el tapado” que teje desde Madrid. No hay peor cosa para un ilusionista que ser desenmascarado.