La locomotora de la libertad se llevará puestos en las próximas semanas a unos tres mil trabajadores de Trenes Argentinos en medio del brutal tsunami de despidos en la administración pública instrumentado por el gobierno de Javier Milei, que en las últimas horas avanzó con un significativo recorte de personal que alcanzaría al 15% del total de los empleados, con en promedio más de una década de antigüedad cada uno. En el segundo semestre se repetiría la medida, con otros tres mil afectados.

La intempestiva e inagotable motosierra de La Libertad Avanza llegó finalmente al sector ferroviario. Comenzando en abril, la gerencia de Trenes Argentinos (SOFSE) avanzaría con la paulatina desvinculación de 3.000 trabajadores a razón de mil por mes hasta junio. Así lo informó la entidad en un memorándum interno que circuló días atrás donde se informa el presupuesto necesario para el despido y retiro anticipado del 15% de los empleados de la compañía, estimado en $56.400 millones.

No contenta con ello, la gestión nacional analiza para el segundo semestre disponer otro recorte de volumen similar, lo que acumularía un total de 6.000 cesanteos en Trenes Argentinos, equivalente al 30% del personal de la empresa pública. Los afectados serían en su mayoría miembros del equipo operativo de los distintos ferrocarriles nacionales, entre ellos quienes manejan los trenes de larga distancia y regionales, mientras que las áreas administrativas o técnicas no se verían impactadas.

El proyecto se enmarca en el denominado “plan de optimización de gastos en personal”. Los detalles indican que se procederá con “la desvinculación de 3.000 personas a partir del mes de abril hasta el mes de junio (1.000 desvinculaciones por mes aproximadamente)”. El texto agrega que “la antigüedad promedio del personal a ser desvinculado es de 13 años, siendo este factor clave para el cálculo de la indemnización”, con el monto promedio individual “en la suma de $18.800.000”.

La medida, de alcance gigantesco en Trenes Argentinos, tuvo su anticipo a inicios del mes de abril, cuando se autorizaron alrededor de 150 bajas en la Administradora de Infraestructura Ferroviaria (ADIF) y en Desarrollo del Capital Humano Ferroviario (DECAHF), si bien posteriormente algunos de los trabajadores despedidos fueron reincorporados en sus puestos; mientras el gobierno mileísta continúa con el masivo plan de desvinculaciones en innumerables organismos estatales.