La chica del tren un thriller sin respiro
Columna por Juan Manuel Caravello
¿Qué hace que una película sea un éxito? Debe haber miles de productores buscando la respuesta a esta pregunta, malas noticias para ellos aquí no la tenemos. Podemos probar platos nuevos o comer lo que ya sabemos que nos gusta, nos pueden dar la comida habitual ya probada o hacernos una propuesta original y creativa que puede hacernos conocer sabores nuevos. La chica del tren parece tener elementos para darnos el plato que todos queremos porque tiene cosas que nos gustan.
Está basada en un libro muy exitoso, un best seller de la inglesa Paula Hawkins, esto garantiza que mucha gente ya disfrutó de la historia en formato libro ¿por qué no va a disfrutarlo en la pantalla grande? Además contiene un crimen, una trama que busca resolver el enigma otro ingrediente altamente aprobado, la protagonista tiene problemas con la bebida y está vinculada de manera enigmática con la víctima, como si todo esto fuera poco, hay sexo, voyerismo y violencia, agreguemos una actriz protagónica hermosa pero caracterizada para no ser tan bella.
Todo esto sumado pareciera garantizar el éxito de la película. Sin embargo, no quisieron dejar cabos sueltos, una fuerte campaña de prensa habla de la gran actuación de la protagonista, de un thriller sin respiro y varios giros en la trama. Ahora bien con todo esto, sumado a un director con oficio en Hollywood da la sensación de completar la lista de elementos para que no falle.
Digamos que es altamente posible que La chica del tren sea un éxito, tal vez entre los estrenos venidos a menos de fin de año, este film logre mantenerse entre los más vistos, pero se nota demasiado el esfuerzo. No hay frescura, es una pizza con demasiados ingredientes. Es cierto que Emily Blunt está desacostumbradamente bien en su papel, y que no hay fisuras técnicas o en la trama o en la construcción& Pero, justamente carece de peros y en su perfección radica su mayor falencia. Una belleza de Barbi y Ken, fría y muy pensada, sin personalidad, un producto de la maquinaria de productos perfectos inventada en el país del norte.
El cine de Hollywood ha dado películas grandiosas, pero cuando se alejan aunque sea levemente de lo prefabricado, cosa que esta película no hace, la volveremos a ver seguramente dentro de unos años en la pantalla de Netflix, aburrida y a todo color.