En estos tiempos que se habla de avanzar en la transformación del Estado, con políticas que apoyan la inclusión digital, acortan brechas tecnológicas, garantizan la seguridad de la información, promocionan la competitividad de la inteligencia argentina aplicada a la tecnología, es oportuno incorporar una visión innovadora y superadora haciendo uso de la tecnología. Las TIC (Tecnologías de la Información y Comunicación) han demostrado que existe una tendencia mundial a la incorporación del avance de las herramientas digitales en la vida de los ciudadanos. Esto nos genera nuevas oportunidades, pero también nuevos riesgos, como el de no subirse a estos progresos. La comunidad se esfuerza por adaptarse a las nuevas tendencias tratando de dar respuesta a los nuevos conceptos como redes sociales , ciberespacio , chats , entre otros.

El Estado adecúa su estructura a la nueva política de vida que plantea la tecnología para ofrecer sus servicios de gobierno, recibir la participación de los ciudadanos y abrirse a la transparencia. Un ESTADO al servicio de las personas , una premisa que se apoya en dos pilares o conceptos tecnológicos, que a pesar de relacionarse mucho entre sí, no significan lo mismo; gobierno electrónico (e-Gov) y gobierno abierto (o-Gov). El primer planteo, ya incorporado, en cuanto a que un gobierno utiliza herramientas que le proporcionan las Tecnologías de la Información y la Comunicación para ofrecer un mejor y más directo servicio a los ciudadanos. En cambio, cuando se plantea el concepto de gobierno abierto, tiene que ver con la transformación de cómo el gobierno se relaciona con los ciudadanos; repensar las administraciones y gobiernos, sus procedimientos y sus dogmas haciéndolos mas transparentes a las ciudadanos.

Un gobierno abierto es aquél que entabla una constante conversación con los ciudadanos con el fin de oír lo que ellos dicen y solicitan; para ello se aprovecha la practicidad y el alcance de la tecnología. Los ejes centrales que definen el gobierno abierto son transparencia, participación y colaboración.

Si buscamos una definición, nos podemos encontrar con tales como el Gobierno Abierto es una doctrina política caracterizada por la adopción de la filosofía del movimiento del software libre a los principios de la democracia.

Hay distintas interpretaciones sobre lo que es gobierno abierto ; en realidad Estado abierto surge porque es el término que originariamente fue propuesto por el presidente Obama, cuando declara el Open goverment , al asumir su primer mandato. Pero al hablar de Gobierno Abierto, existe ya un razonable consenso que se refiere a una evolución de nuestro sistema democrático de convivencia, basado en mecanismos para la transparencia y participación de los ciudadanos en el gobierno. Se trata, quizás, de saltar desde nuestro viejo modelo basado en la democracia representativa a un modelo de democracia participativa, conversacional y abierta. Un Gobierno Abierto es aquél que entabla una constante conversación con los ciudadanos, pudiendo tomar decisiones focalizadas en sus necesidades y teniendo en cuenta sus preferencias.

Cada vez mas nativos tecnológicos se interesan y participan en política, ellos son la generación de jóvenes nacidos en democracia, que gracias a su temprano manejo de herramientas tecnológicas se enfrentan a cada nuevo avance en este campo, de forma natural; y a nadie puede escapársele que oGov se trata de política, de extender los ejes de la participación de los ciudadanos mas allá de las fronteras teóricas marcadas actualmente. Es así como ciudadanos que conocen el uso de herramientas de participación y consultan datos públicos, confían más en las instituciones y organismos.

Al hablar de transformar, democratizar y participar, empleando conceptos de Gobierno Abierto, se trata de reinventar y reorganizar todo el sistema aportándole nuevas capacidades en todos sus puntos, provenientes de la apertura a la ciudadanía. Esta evolución de política administrativa, trae consigo aparejado el paradigma de Datos Abiertos, consistente en situar todos aquellos datos públicos, que no afecten a derechos fundamentales, en posición de ser reutilizados por la ciudadanía, organizaciones y empresas. Al democratizar la información, a partir de esta apertura, es vital que los mismos sean de fácil acceso para que los ciudadanos puedan ejercer su derecho a la participación, ya que el acceso a la información es esencial, más no suficiente para transparentar la gestión pública, con una ciudadanía activa como pieza clave. El valor de los datos resulta directamente proporcional a la accesibilidad y calidad de los mismos.

En sí, además de ser un valor, la transparencia en el gobierno es una responsabilidad para con la sociedad, la cual está exigiendo cada vez más una mayor apertura por parte del Estado en todos sus poderes, y democratizar la información satisface parte de esta necesidad.