Escándalo en Dioxitek: El Gobierno puso a un troll y su amigo sin formación a manejar una estatal nuclear

“¿Qué carajo es Dioxitek?”, ironizaba el diputado Damián Arabia para justificar la privatización de la productora que abastece de dióxido de uranio a las centrales de Embalse y Atucha I. Un año después, la compañía pública aún pertenece al Estado, pero fue plagada de libertarios con nula formación en cuestiones nucleares. En una investigación exclusiva, Diagonales descubrió los escandalosos vínculos y designaciones oficialistas en la firma: desde un gerente general que trabajaba como troll de Karina hasta un amigo suyo bendecido con un cargo millonario pese a sus escasos pergaminos académicos – porque mientras La Libertad Avanza, la impunidad abunda y la idoneidad descansa.

Fundada en 1950 y con sede en Córdoba, Dioxitek Sociedad Anónima es (por ahora) propiedad mayoritaria del Ministerio de Economía de la Nación (51%) y su actividad resulta crucial para el desarrollo del sistema nuclear, la ciencia y la medicina argentinas. Durante el verano de 2024, la compañía integró la larga lista de entidades estatales con riesgo de privatización en la “Ley Bases”, sin embargo, la caída del proyecto frustró las intenciones del Gobierno. Tal vez por ello con el correr de los meses el Ejecutivo forzó un éxodo de su equipo jerárquico, incluidas varias sillas en el Directorio, y facilitó un paulatino influjo de personal más “cercano” a las ideas de la Casa Rosada.

En enero de 2025, este medio publicó el polémico nombramiento del redactor libertario Federico Ramos Nápoli como Gerente General de la firma. El joven llegaba al exclusivo puesto directamente desde el despacho de la Secretaria General Karina Milei: lo que hasta el momento se desconocía es que se llevó consigo a su amigo Facundo Juan Manuel Vázquez para engrosar las filas de Dioxitek como Coordinador de Comunicaciones. Nada impacta más que los detalles: experiencia nula, estudios incompletos, contactos con la cúpula del Gobierno y, como no podía ser de otra forma, sueldos que alcanzan los $6,5 millones mensuales. Un escándalo atómico.

De troll a Gerente nuclear sin escalas: El ascenso de Federico Ramos Nápoli

El actual Gerente General de una de las estatales nucleares más importantes del país tiene 30 años. Federico Ramos Nápoli es abogado por la Universidad de Buenos Aires (UBA), advierte formación en “derecho administrativo, derecho corporativo y derecho de las nuevas tecnologías”, y en LinkedIn señala que “completó una maestría”, pero todavía adeuda la tesis que planeaba presentar “en los primeros meses de 2023”. Por lo demás, a sus 20 ingresó al sector público con un puesto en la Casa de la Moneda; desde entonces, nunca dejó de trabajar para el Estado.

Su trayectoria describe roles variopintos en el organismo, desde análisis como abogado hasta tareas como auxiliar y asistente. Según postula, por fuera de la Casa de la Moneda también se dedicó a explorar disposiciones del Banco Central y la ex AFIP, entre otras entidades públicas. Finalmente, en mayo de 2024 dio el salto a la Secretaría General de la Presidencia, donde pasó a desempeñarse como troll de Karina con quehaceres como “redacción de escritos, revisión de documentación legal, análisis de riesgos comunicacionales y planeamiento de estrategias de comunicación de gestión”.

Sea por su éxito como redactor o por el buen vínculo que, se dice, mantiene con el influencer y funcionario Juan Pablo Carreira -alias Juan Doe-, a Ramos Nápoli le fue tan bien en el despacho de “El Jefe” que a fines del año pasado el Gobierno lo “ascendió” a Gerente General de Dioxitek. Como se ve, su currículum no presenta formación o experiencia remotamente cercana al área nuclear, pero eso no dejó exento a Ramos Nápoli de la silla en el Directorio, de los viajes con la compañía ni, por supuesto, de una millonaria remuneración que en diciembre de 2024 fue de $6.557.914. Más de $6,5 millones mensuales para el ex troll de Karina.

Amigos son los amigos: El salto atómico de Facundo Juan Manuel Vázquez

Lo interesante del caso es que Ramos Nápoli no llegó solo. Su desembarco en la empresa productora de combustible nuclear se dio junto al de un colega de su misma edad y campo de trabajo: Facundo Juan Manuel Vázquez. Un dato crucial para comprender el vínculo entre ambos es la experiencia laboral que los une: el paso por la consultora Atlántico Sur Comunicación, una agencia de publicidad, márketing, producción de contenido audiovisual y gestión de redes sociales que ellos mismos fundaron junto a otras cuatro personas en junio de 2024.

Sorpresivamente, la empresa no aparece en el “CV” ni en el perfil de LinkedIn del Gerente nuclear, pero la ligazón con la compañía consta en el Boletín Oficial del día de su formalización. Allí se puede comprobar que Vázquez fue el primer Director Suplente de la firma, y tanto él como Ramos Nápoli adquirieron mil acciones por un monto total de $5.000.000 cada uno en su lanzamiento. Se desconoce cuál fue el desenlace de la agencia, que un año después de su fundación no posee página web ni perfiles en redes.

Desde luego, sus actividades nada tienen que ver con temas nucleares. Tampoco la educación de Vázquez, quien presuntamente empezó dos carreras y no terminó ninguna: habría estudiado Historia en la UBA entre 2012 y 2013 y Arquitectura en la Universidad de Morón entre 2021 y 2022. Pese a todo ello, el año pasado fue designado Coordinador de Comunicaciones en Dioxitek de la mano de su colega y en diciembre cobró la jugosa suma de $4.940.002 mensuales. La primicia fue descubierta en exclusiva por Diagonales tras un relevamiento cruzado de la información disponible de ambos empleados.

Vicepresidente y monotributista: Las artimañas de Ernesto Kirchuk

Como no pudo privatizarla, el Gobierno decidió colonizarla, y como resultado no han sido pocos los desmanejos en la estatal nuclear. Además de la situación del Gerente y su amigo Coordinador -que tiene rango de Subgerente-, recientemente el diario EconoJournal publicó la turbia historia detrás de nada menos que el Vicepresidente de la compañía Ernesto Kirchuk, quien asumió sus funciones en septiembre de 2024 y entonces comenzó a facturarle por doble a la compañía pública durante octubre y noviembre de ese año.

Según el mencionado informe, tras su nombramiento el especialista se creó un monotributo únicamente para cobrarle a la empresa $3,5 millones en paralelo a su sueldo fijo. Las autoridades “aclararon” luego que la conducta fue extraordinaria, duró solo dos meses y durante ese plazo se interrumpió su remuneración básica, aunque expertos en el área elevaron sus sospechas sobre la maniobra. Página aparte para el hecho de que Kirchuk también trabaja en la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), dueña del 48% de Dioxitek, así que en cierta forma es empleado de sí mismo.

Eso es lo que sucede tras las bambalinas de una de las estatales más importantes de la Argentina. Quizás el desinterés general en ella -que no es exclusivo de la Era Milei- se deba a su localización por fuera del AMBA, o a la abarrotada agenda política y mediática que apenas permite preocuparse por estructuras de aparente segunda línea. No obstante, ese es el caldo de cultivo perfecto para la generación de más Ramos Nápoli y Vázquez; y por ello, si se permite la reflexión, hay algo de valor en indagar antes de desentenderse ya que, después de todo, qué carajo es Dioxitek.

Nota: Los datos personales de los involucrados, como su DNI y domicilio, fueron ocultados para proteger su privacidad.