No serán los 87 “héroes” que le negaron el aumento de 13 mil pesos mensuales a los jubilados en la Cámara de Diputados, pero sin lugar a dudas han puesto el cuerpo durante semanas en la trinchera más peligrosa para proteger al país de los incendios que azotan el territorio. Y, sin embargo, el presidente Javier Milei los ignoró: en su visita a Córdoba, dejó plantados a los bomberos que aguardaban por su saludo en la base de operaciones tras jornadas de ardua labor. El líder libertario pasó de largo.

En cuanto arribó, tras su gira por Nueva York, en el aeropuerto de Córdoba capital, el jefe de Estado dedicó su agenda a dos cuestiones. La primera fue la cumbre política: diálogo con el gobernador Martín Llaryora y su equipo, intercambio con los ministros nacionales -presentes junto a la hermana presidencial Karina Milei-, y atención a los reclamos de la provincia. La segunda fue salir a volar en helicóptero: emprendió viaje en la Escuela Militar de Aviación y recorrió por los cielos varios de los focos ígneos activos en el distrito.

Insólito: Milei pasó de largo y dejó plantados a los bomberos que lo esperaban en Córdoba

En ese marco, el Presidente parece haberse olvidado por completo de otro compromiso en agenda: la visita a los bomberos que lo esperaban en Capilla del Monte. Los uniformados vienen combatiendo el fuego hace días y han visto de primera mano los horrores de los incendios; son, en ese sentido, los verdaderos héroes en medio del caos que golpea al corazón de la patria argentina. Este miércoles, rompieron formación ante la posibilidad de que Milei los visitara en su base de operaciones. Y los dejaron plantados.

Milei jamás apareció. Terminó su paseo en helicóptero en el mismo lugar donde lo inició, y ni se le ocurrió descender en la gigantesca “H” preparada por el cuartel. Allí también lo aguardaban varios periodistas, la guardia de Infantería y montones de agentes de la Policía de Córdoba, “todos esperando a que decidiera venir, y finalmente no vino”, reveló C5N en horas de la tarde: “Se quedaron formados y esperando, haciendo la fila para que el presidente le dé la mano a cada uno. Y no vino”.