Mauricio Macri volvió a mostrarse en público, esta vez en ausencia de la gobernadora María Eugenia Vidal, con quien había ensayado una reconciliación esta semana tras 45 días de no compartir escenario. El Presidente se presentó en un acto de inauguración de obras de urbanización en el distrito de Saladillo, donde volvió a apostar a recuperar aprobación en su gestión.

“Es importante que hoy podamos con estas obras estructurales que llevan tiempo y cuestan, se cambian vidas. Para vivir en paz, en familia, con tranquilidad, esa es la vida linda que queremos”, expresó Macri, quien remarcó que él sigue “haciéndose cargo de tantos años de abandono”.

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En búsqueda de recuperar confianza de cara a las elecciones, Macri retomó la estrategia de la “pesada herencia” y los avances de su gestión, al mismo tiempo que remarcó la autocrítica sobre la difícil situación económica. En tanto, el Presidente pidió “más tiempo”, en clara alusión a la disputa por poder lograr un nuevo mandato en la Casa Rosada.

Con un poco más de tiempo vamos a resolver problemas económicos que tiene el país desde hace décadas. Mirándonos a los ojos, las cosas se van a ir resolviendo”, expresó.

“Todo esto es parte de construir algo más grande. Más allá de esta difícil coyuntura de la que me hago cargo. Pero estamos cruzando un puente hacia la Argentina que queremos. Donde no maquillamos la realidad sino que la ponemos sobre la mesa, donde rendimos cuentas, le explicamos a la gente con honestidad”, dijo.

En ese sentido, el mandatario anunció la licitación para “la ampliación de la planta de tratamiento cloacal” de ese distrito. “En el ‘sí se puede’, vamos pudiendo cada vez más una argentina federal. Cuando llegamos al Gobierno, increíblemente, menos del 20% de los habitantes tenía tratamiento de efluentes cloacales. En Uruguay tienen el 90%”, agregó Macri.