Las pasantías obligatorias y la salida al mercado
Dotar a los jóvenes de una experiencia laboral, que les permita el día de mañana partir “dos casilleros más adelante”, no puede ser menos que una ventaja
La propuesta de reforma educativa del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que, entre otras cuestiones, propone que los alumnos de las escuelas públicas realicen pasantías durante el último año es una saludable iniciativa que –más allá de eventuales ajustes de forma- puede contribuir enormemente a mejorar la inserción laboral de los más jóvenes.
Quizá una de las mayores e históricas deudas de nuestro mercado laboral es la innegable brecha entre el mundo de las aulas y el mundo del trabajo. Las pasantías, prácticas rentadas o programas de jóvenes profesionales han sido (hasta hoy) la mejor solución que –principalmente- empresas y luego estado, encontraron para achicar esta distancia. Iniciativas como la del GCBA son sin dudas aún mejores, pues al insertar y obligar (acá la “polémica”) a los alumnos a si o sí pasar por la experiencia de trabajar en una empresa, los acerca antes a la realidad del mundo del trabajo.
Por otro lado, y desde una mirada más académica, los nuevos tiempos han modificado la metodología de enseñanza tradicional. Hoy el mayor aprendizaje de una persona se da “on the job”, es decir, en la práctica, en el hecho de poder aplicar “en vivo” (en esta caso, en una empresa) los conocimientos teóricos, y validar como los libros cobran vida y sentido en su ejercicio profesional.
La salida al mercado laboral es cada vez más desafiante. No sólo por la competencia (que ya es global) sino especialmente en Argentina, por los vaivenes de un mercado amesetado, escaso, irregular y de nicho. Dotar a los jóvenes de una experiencia laboral, que les permita el día de mañana partir “dos casilleros más adelante”, no puede ser menos que una ventaja. Más aún, no son pocos los adolescentes que enfrentando su último año de secundaria no encuentran motivación o se encuentran perdidos vocacionalmente. ¿Cómo ayudarlos? Quizá poder vivir desde adentro una experiencia laboral real, no sólo entusiasme a insertarse en la cultura del trabajo, sino que permite encontrar, cuestionar o reafirmar vocaciones.
*Gerente General en Ghidini-Rodil – Recursos Humanos. Twitter: @GhidiniRodil; @JMGhidini