Maximiliano Corach, el militante Pro salpicado por el caso Siemmens que protege Horacio Rodríguez Larreta
Es el hijo del ex ministro de interior del menemismo, Carlos Corach, y se desempeña como subsecretario de Fortalecimiento Familiar y Comunitario bajo las órdenes del Jefe de Gobierno porteño, quien lo mantiene en su cargo pese a que está involucrado en el entramado familiar de sociedades offshore y propiedades varias de la familia, que la Porcelac sospecha que provienen de las coimas de Siemmens en los 90
“Ah, no sabía”, fue la respuesta de Maximiliano Corach, hijo del ex ministro de Interior menemista Carlos Corach, cuando en un reportaje del diario Clarín en 2016 le señalaron que el subsidio habitacional que el Gobierno porteño otorga a las familias sin techo no cubría ni el 60 por ciento del alquiler de una pieza en un hotel del barrio de Constitución. Fue la primera vez que quedó al desnudo que el funcionario no tenía ningún mérito para ocupar un cargo como el de subsecretario de Fortalecimiento Familiar y Comunitario de la Ciudad, más que su apellido. Un apellido, además, que ya venía manchado.
Pese a ese desliz nada menor, y pese a que las organizaciones sociales de la Ciudad lo denuncian hace años de dibujar, por ejemplo, el número real de personas en situación de calle y que hasta los trabajadores de uno de los programas a su cargo, el Buenos Aires Presente (BAP) lo acusan de precarizar al máximo las condiciones de trabajo, el Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, lo sostuvo en el cargo hasta hoy.
Y lo sigue sosteniendo, en el más absoluto de los silencios, luego de que se conociera que la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado (Procelac) lo está investigando por lavado de activos en el marco del “Caso Siemens”, que tiene como principal apuntado a su padre, Carlos Corach. Según una investigación del diario La Nación, Maximiliano está sospechado de formar parte, con su firma, del entramado de propiedades y sociedades Off Shore ideadas por su progenitor para encauzar los millones de dólares mal habidos de las coimas que la multinacional informática reconoció haber pagado a mediados de los 90.
Según publicó La Nación, durante el último sinceramiento fiscal, de 2016, la familia Corach en su conjunto –Carlos, su mujer y sus tres hijos varones, Hernán, Natalio y Maximiliano- blanqueó un total de 16 millones de dólares. La Procelac sospecha que prácticamente todo el patrimonio familiar proviene de las coimas por más de 100 millones de dólares que Siemmens admitió haber pagado al gobierno de Carlos Menem hace 23 años para hacerse con la licitación de la impresión de los nuevos DNI.
La lista patrimonial de la familia, que está en el centro de la investigación, es la siguiente: 16 departamentos y casas en capital, y una casa en el country Highland Park de Pilar; cuatro autos, cuatro camionetas; un jeep y una avioneta, vendida en 2015. Además, están bajo la lupa sociedades offshore y fideicomisos en Liechtenstein, las Islas Vírgenes británicas, Luxemburgo, Uruguay, Francia y Paraguay.
Los fiscales de la Procelac, en base a información provista por la Unidad de Información Financiera (UIF), están convencidos que la construcción de esa fortuna se corresponde en términos temporales con el pago de las coimas. Y que los hijos del ex funcionario están implicados. “Resulta importante abordar el entramado societario y considerar que la actividad económica que desplegaron [los hijos] podría ser sospechada de ser ficticia, y cabrá definir a través de la investigación si la contaminación de su patrimonio puede considerarse total", reza un párrafo de la denuncia reproducido por La Nación.
Semejante escenario motivó que los diputados Juan Manuel López y Paula Oliveto, ambos de la Coalición Cívica de Elisa Carrió, denunciaran esta semana al juez federal Ariel Lijo ante el Consejo de la Magistratura por haber archivado la causa contra las Corach que corría en su despacho. López y Oliveto consideran que Lijo desoyó todo el bagaje probatorio aportado por la UIF en beneficio de Carlos y, también, de Maximiliano.
El silencio de su jefe, Horacio Rodríguez Larreta, sumado a los favores de Lijo, le permitió a Maximiliano Corach, hasta ahora, salir ileso. De hecho, se lo vio contento hace 10 días en el “asado peronista” con que el Pro le dio la bienvenida a Miguel Ángel Pichetto, junto a Rogelio Frigerio, Diego Santilli, Cristian Ritondo, y Roberto Quattromano, entre otros macristas con pasado en el PJ. Ademas, encabezo la boleta del Pro para comuneros de la comuna 14 en 2011 y 2015.
Es un secreto a voces que su padre, Carlos, sigue siendo un hombre de consulta de macristas y peronistas por igual.
De Carlos Corach era la famosa servilleta donde apareció, entre otros, el nombre de Claudio Bonadío para integrar la justicia federal. Al ex ministro de Menem se le adjudica la famosa reforma de la justicia de 1992, que amplió Comodoro Py y la composición de la Corte Suprema de 5 a 9 miembros. Hace poco, en una entrevista el año pasado, dijo: Pregúntele a Cavallo cómo surge lo de la servilleta… Tráiganlo".