La presencia de Diego Armando Maradona en Abasto sigue siendo una revolución no solo en lo futbolístico sino también como en detalles que giran por fueran de la pelota redondas. El Diez hizo algunas locuras, similiares a la que desarrollaba Carlos Salvador Bilardo en su época de entrenador.

La primer locura de Maradona se dio el día miércoles por la mañana cuando llevó un cura al entrenamiento en Abasto. El Padre Gustavo Rubio que se desempeña en la Parroquia María Auxiliadora de Berisso, lo bendigo a él y al predio. 

“Fue una idea de Maradona. Mi hermano está vinculado al predio y lo sabían, así que me llamaron”, relató Rubio y agregó “Jamás hubiera pensado conocerlo y estar un rato con él, ni tener la foto con él, que me la pidió Maradona. Fui la envidia de mi hermano. Fue una experiencia hermosa, muy linda. A mí me conmovió mucho conocer a la persona, al hombre”.

Por otro lado, en dialogó con radio La Red el sacerdote se refirió a su trabajo: “Lo bendije a él y me contó que era católico, aunque a veces estaba peleado con la Iglesia. Después fuimos con los jugadores y me hicieron recorrer toda Estancia Chica con el agua bendita”.

Los otros detalles tuvieron que ver con la indumentaria. Según detalló un dirigente al medio, el nuevo entrenador había requerido que no se usarán más los número 13 y 17 durante los partidos, pero esto no será posible que no lo permite Superliga.  Estos números son portados por Jesús Vargas y Pablo Velázquez, respectivamente.

Con respecto a la ropa, Maradona pidió que no se utilice más el color verde para entrenar por lo que la marca que auspicia el Lobo tuvo que realizar otro modelo de ropa para practicar con color azul y las pilchas negadas por el Diez fueron cedidas para la juveniles. Tampoco quiere agua mineral que lleven dicho color en sus etiquetas y tapas de las botellas.

Sin dudas, el Pelusa tomó locuras del Narigón. Hijo de tigre.