Alejandro Sabella fue homenajeado por la UNLP
El ex entrenador de Estudiantes y la Selección Argentina recibió La Hoja de Roble y un Diploma en el edificio Sergio Karakachoff. Además, habló del duro momento que le tocó pasar con su enfermedad
Tras su aparición en el Estadio Único en varios partidos de Estudiantes y de presenciar los festejos de los 113 años del club Albirrojo en el Country Club de City Bell, el ex DT de la Selección Argentina y de Estudiantes de La Plata, fue homenajeado este jueves por la Universidad Nacional de La Plata.
Luego de recibir La Hoja de Roble y un Diploma, reconocimiento se realizó como parte de las IX Jornadas de Capacitación en Deportes y sus Ciencias Aplicadas, que está llevando a cabo la Secretaría de Deportes de la UNLP en el edificio Sergio Karakachoff (48 entre 6 y 7), Alejandro Sabella ofreció un discurso en el que hizo referencia al premio, la importancia de la Universidades Públicas y la enfermedad que debió enfrentar hace algún tiempo.
"Para mi recibir este premio de una Universidad es algo que me abruma, me supera. Una Universidad pública y gratuita, no todos los países del mundo la tienen", destacó el DT y agregó: "La búsqueda de conocimiento es una actitud permanente de humildad, sacrificio, lucha, estudio y tiene, como las monedas dos caras: el estudiar y el aprender. El alumno del maestro y el maestro del alumno".
A su vez, hizo referencia a la importancia de trabajar en conjunto. "Siempre podemos aprender y enseñar. Todo lo tenemos que hacer con el otro, no sobre el otro. Solos no podemos hacer nada. Solo un equipo de fútbol no triunfa, ni un DT, ni tampoco nos recibimos", destacó.
En este marco, el ex entrenador no pudo contener la emoción cuando recordó aquel trance difícil de su vida en el que, según sostuvo, se afirmó en el apoyo que le brindó su familia y dejó una enseñanza: “Cuando yo estaba peleando para ver si seguía acá con ustedes o me iba para el otro lado, cuando sentí que la puerta se cerraba, me acordé lo que les decía a mis alumnos, a mis jugadores: 'no pueden dar menos del 100%', si se lo pedía a ellos yo tenía que luchar para mantenerme con vida".
El discurso lo finalizó de la siguiente manera: “Las adversidades forman parte de nuestro camino y nos obligan a ser mejores. Y no se olviden nunca de dos palabras que son fundamentales: 'Por favor y muchas gracias'".