Desde hace una semana se corría el rumor de que la barra disidente de River, mejor conocida como "La banda del Oeste", iba a copar la tribuna en el duelo contra Godoy Cruz por Copa Argentina para intentar recuperar el poder que dominó desde la década del 90 hasta el 2007, año en que lo perdió en manos de la facción de Ingeniero Budge, hoy con derecho de admisión luego de las irregularidades que se encontraron en el Monumental por la final de vuelta de la Copa Libertadores 2018 frente a Boca.

Y fue así como enarbolando una bandera con el lema "Nosotros somos la historia", un grupo de 200 personas, comandados por el Zapatero Flores, el Clon Hernán y Saviolita Núñez, quienes agruparon históricamente a la gente de Constitución, Flores, Palermo, Hurlingham y otros barrios, y cayeron en desgracia entre 2007 y 2015, según cuenta Gustavo Grabia, se dirigieron a todo trapo por las calles de Lanús para liderar la escena.

¿Por qué se eligió este partido? La organización de la Copa Argentina no es tan puntilloza y a cada uno le permitía sacar hasta cuatro entradas por tarjeta de crédito, lo que facilitaba la presencia de aquellas personas con antecedentes penales y un potencial tiroteo entre representantes de ambos bandos, ya que algunos no pueden ingresar al Monumental.

Pero los de Ingeniero Budge solo llegaron hasta la calle Madariaga entre Las Piedras y Margarita Wield, donde se exaltaron al advertir la presencia policial, intentaron hacer caso omiso a las directivas de los uniformados y opusieron resistencia.

¿El resultado? Más de medio centenar de personas quedaron detenidas por portación de armas blancas y de fuego, a tan solo 400 metros de donde se hubiese producido el fatal enfrentamiento, además de realizar amenazas a la dirigencia de su propio club a través de pasacalles.

De esos 51 hinchas de River, 25 contaban con derecho de admisión, y entre ellos se encuentran el “Gordo Ale”, de 46 años, y su hijo “El Brian”, de 26, cabecillas de ésta última facción, según precisaron fuentes policiales.

En el lugar se incautaron un revólver calibre 44, dos pistolas, una 9 milímetros con la numeración suprimida y un calibre 380, más proyectiles. También dos camionetas Chevrolet S10, una Volkswagen Amarok y seis automóviles Honda, Volkswagen Bora, Gol Trend, Renault Fluence, Ford Focus y Fiat Uno.

Esta historia quedó al borde el abismo y podría tener un nuevo capítulo en las próximas días, sobre todo porque se avecina la semifinal de la Libertadores 2019 contra Boca, un gran negocio para aquellas personas que están decididas a matar o morir para quedarse con el botín. 

Info: Tyc Sports