Argentina, con un plantel compuesto por juveniles arrasó en vóley todos sus rivales, defendiendo el lugar en el podio que había obtenido nuestro país en Toronto 2015 y plasmó un rendimiento que da tranquilidad pensando en el futuro. Su técnico, el padre de la bestia, es Eduardo Dileo, reconocido entrenador nacional con recorrido en muchos clubes y en diálogo con el medio analizó este logro de manera grupal y personal.

“Esta medalla significa todo para mí, es el día más importante de mi vida deportivamente hablando, trabajé muchos años para poder estar acá. Estas cosas yo la miraba por televisión y me hacían llorar por televisión. Imagínate hoy que me toca estar acá. Es algo único”, relató el entrenador campeón, quien le dedicó el título a sus tres hijos (Silvia, Tomás y Belén).

A la hora de hablar de su grupo, lo analizó desde lo deportivo y personal: “el equipo se caracterizó por ser muy inteligente, dentro y fuera de la cancha. Entendieron perfectamente lo que yo quería de ellos y cómo afrontar cada situación. Nosotros nos enojamos mucho el día que enfrentamos a Perú, no nos gustó como jugamos el segundo y el tercer set, pero la queja no salió de mí, sino de ellos. El sábado con Chile, que jugó un gran partido, estábamos muy duros, trabados, sentíamos la responsabilidad de que todo pasaba por nosotros, para ellos ya era histórico estar en una semifinal, hubiera sido mucho más si nos dejaban afuera, creo que eso nos pesó; pero hoy contra Cuba hoy fue al contrario”.

Entrando en el juego de la final, Delio comentó una situación previa de su equipo que lo dejó tranquilo: “hoy el capitán (Nicolás Bruno) cuando yo terminé de hablar en el vestuario me dijo si los podía dejar solo cinco minutos. Ahí yo entendí que estábamos bien, no sé qué se dijeron ni que pasó, pero que el capitán se levante y me diga eso, ya me marcó que estábamos bien”

Por último, el DT que vivió y festejó cada punto de su dirigidos como si estuviera jugando -saltando, corriendo y gritando- dejó un mensaje alentador para el vóley argentino con este grupo de jóvenes: “me deja tranquilo para el futuro este equipo. Nosotros tenemos recambio, hay que darle el tiempo necesario. Por ejemplo, no se le puede pedir a Luciano Palonsky con 19 años, que haga lo mismo que otro de más experiencia. Él se bajó el 30 de junio del Mundial Sub-19 y el 30 mismo se subió para venir con nosotros. Estos chicos tienen mucho corazón”, finalizó