El clásico platense aburrió a todos
Gimnasia y Estudiantes igualaron en cero en el estadio Juan Carmello Zerillo en un partido que no tuvo sobresaltos desde lo futbolístico
El miedo de perder le ganó al hambre de quedarse con los tres puntos y los dos priorizaron salvarse de lo peor que les podía pasar, es decir, Gimnasia volver a perder el clásico y Estudiantes romper esa racha de partidos sin derrotas ante el local que ya llega a ocho años. Ambos equipos dispusieron que el partido sea trabado en la mitad de la cancha y juego quedó de lado.
Gimnasia y Estudiantes salieron a jugar el partido al estadio Juan Carmello Zerillo que tenia un marco imponente de gente en las tribunas, acompañada por el radiante sol que hacía brillar el campo de juego, pero que los protagonistas fueron opacando con su actuación. El Lobo, que comenzó jugando 4-3-1-2 con Colazo en la mitad de cancha y Oreja de tres fue el que comenzó mejor en los pies de los uruguayos Alemán y Dibble que desbordó dos veces seguidas a Campi buscando la cabeza de Niell. Parecía que la entrada al gol iba a estar por la banda izquierda del Pincha, pero el jugador surgido en Racing se fue acomodando en un puesto que no es el suyo y termino siendo figura.
Los pelotazos y el trabado juego se robaron toda la primera parte. Estudiantes por su parte, que no jugó bien los 45 minutos iniciales no encontraba la manera de entrar, buscaba con Melano –que se hizo amonestar a los 5 minutos- y Otero mediante pases largos y hacía preocupar a los hinchas triperos con el método de su medicina, la pelota parada, pero que el Lobo logró contener bien durante todo el partido.
En el complemento, Lucas Bernardi, manda a la cancha a Luguercio por Melano –que era candidato a la expulsión- y antes del minuto tiene la chance más clara del partido en los pies de Lucas Rodríguez que recibe un pase de Iván Gómez tras un error de la defensa local, pero el número nueve al enfrentar al arquero Arias que nada podía hacer, remata desviado y directamente la pelota queda en el tejido.
Estudiantes arrancó mejor la segunda parte, pero no lograba profundidad. En el afán de ganar, que fue poco, Bernardi mandó a la cancha a Zuqui en lugar de Gómez –estaba amonestado- y cuando faltaban diez minutos lo puso a Pavone en lugar de Otero. Por su parte, Sava mandó a Pereyra y Barrales por Dibble y Niell; y el centro delantero pelado tuvo la más clara tras un buen desborde de Bonifaciio, que el nueve no pudo conectar.
Los últimos minutos estuvieron de más, primero porque Gimnasia se quedó con uno menos por la expulsión de Omar Alderete –lo mejor del Lobo- por doble amarilla y segundo porque Diego Abal, que tendría que haber expulsado a Bolívar –ingresó por Faravelli- por una dura falta a Braña, se sacó el partido de encima e hizo todo lo posible para que termine en cero.
Igualdad en cero que los deja invictos en lo que va del 2018. Partido que no rescata nada del juego y los nombres que aprobaron fueron los defensores y volantes centrales que continuamente cuidaron su casa.
¿Qué le faltó a cada uno?: al Lobo más decisión para ganarlo y tratar de rodear mejor a Brahian Alemán que continuamente buscó generar juego en soledad. Del otro, un hombre que genere juego fue la gran falta en el conjunto de Bernardi, que lo podría haber conseguido con el ingreso de Cascini o con Gata Fernández, que no estuvo dentro de los concentrados.
Gimnasia: Alexis Martín Arias, Ezequie Bonifacio, Maximiliano Coronel, Omar Alderete, Facundo Oreja; Lorenzo Faravelli, Fabián Rinaudo, Nicolás Colazo; Brahian Alemán, Nicolas Dibble y Franco Niell.
D.T: Facundo Sava.
Suplentes: Tomas Durso, Manuel Guanini, Matías Melluso, Agustín Bolívar, Lautaro Chávez, Fcuando Pereyra y Jerónimo Barrales.
Estudiantes: Mariano Andújar; Facundo Sánchez, Jonatan Schunke, Leandro Desábato, Gastón Campi, Iván Gómez, Rodrigo Braña, Gastón Giménez; Lucas Melano, Juan Ferney Otero y Lucas Rodríguez.
D.T: Lucas Bernardi
Suplentes: Daniel Sappa, Fabián Noguera, Lucas Diarte, Bautista Cascini, Fenando Zuqui, Mariano Pavone y Pablo Luguercio.