El fútbol de luto con la muerte de René Houseman
A los 64 años murió uno de los futbolistas más emblemáticos del fútbol argentinos que se consagró campeón del mundo en 1978. Luchaba contra un cáncer de lengua
“El mejor jugador que ví, es el Loco Houseman. Hacía un surco por los costados”, remarcaban los fanáticos del fútbol que vieron brillar a René por diferentes canchas. Pero la gente no solo se sentía identificado por su juego, sino que también se divertía con las locuras que hizo durante su carrera futbolística que le llevaron a convertirse en el verdadero jugador del pueblo, que en la tarde de ayer se les cayó una lágrima por la pérdida de René.
Su historia comenzó en La Banda, Santiago del Estero en el 19 de julio de 1953, pero después de patear en los potreros de su ciudad se vino a la gran ciudad para comenzar a jugar de manera profesional en Defensores de Belgrano, equipo que jugaba en la tercera categoría.
Sin embargo, a comienzos de 1973 gracias a José Luis Menotti, su papá en el fútbol, llegó a Huracán en donde comenzó a brillar con sus gambetas que fueron fundamentales para quedarse con el campeonato Metropolitano de ese año y comenzar a tejer una relación interminable con los hinchas del Globo, que le bancaban todo hasta jugar borracho, como lo hizo en el recordado gol a Fillol en duelo ante River en 1977.
En el medio, con la camiseta de la Selección y después de jugar el Mundial de 1974 en Alemania, se vistió de gloria en el 78 con el equipo que se quedó con la primera Copa del Mundo de nuestro país. El Loco, con su padre futbolístico como técnico, jugó seis partidos y marcó un gol durante el torneo.
En 1981 llega a River, pero sus falencias con el alcohol y la falta de conducta, hicieron que el paso sea corto, al igual que en el Colo Colo de Chile que estuvo tan solo durante el almanaque de 1982. Sin embargo, después de un paso por el fútbol Sudafricano en AmaZulu, regresó a Huracán donde demostró su brillante nivel para que lo compre Independiente, equipo con el cual quedó en la historia de la institución logrando la Copa Libertadores e Intercontinental de 1984.
Su carrera finalizó en el club de sus amores, en Excursionista, en el cual jugó tan solo un partido para sacarse las ganas de jugar con sus colores.
Tras culminar su carrera, el resto de su vida se la pasó en las cancha de Excursionista o Huracán, sentado en los tablones mirando las divisiones inferiores o los primeros equipos de ambos clubes. Aunque también, una vez separado de la redonda aumentó sus problemas con el alcohol.
Ayer, después de luchar y pelear durante muchos meses contra un cáncer de lengua, el mundo del fútbol se conmovió con la noticia del fallecimiento de Houseman a sus 64 años de edad. La tristeza invadió a todos y para dar fe de ello, no solo basta con ver la cantidad de mensajes que se publicaron por las redes sociales, entre las cuales ilustraron palabras hacia el Loco, Maradona, Ardiles, Batistuta, Luis Islas, entre otros. Hasta Cesar Luis Menotti, en Radio Mitre aprovechó el espacio para homenajear a uno de sus jugadores más apreciados.
La ceremonia de despedida comenzó en la tarde de ayer jueves 22 de marzo en el estadio de Huracán, el Palacio Tomás Adolfo Duco escenario donde brilló con sus gambetas, y finalizará hoy a las 8.30, hora en la que partirá el cortejo fúnebre hacia el cementerio de Chacarita. Previamente, hará una escala en la sede de Excursionistas, la otra casa de René, ubicada en La Pampa 1376.
Mirá la anécdota donde recuerda el gol que le marca a Fillol con algunas copa de más: