De a poco, lento, va pasando el remolino que azotó el Camp Nou, escenario hoy de la goleada blaugrana ante el submarino amarillo. Con Koeman de estreno, un Barcelona con algunos apellidos nuevos ganó sin problemas.

Todas las emociones llegaron en el primer tiempo, con un Ansu Fati en estado de gracia. El jovencito español de raíces africanas convirtió el primero y el segundo para los catalanes, a jugadas previas de Jordi Alba, pero con un sello que se transforma en característico para él, a puro eslalon de izquierda a derecha.

En 15', el Barça ya ganaba 2-0 y en media hora ampliaría esa ventaja. Al propio Ansu Fati le cometieron un claro penal, que fue cambiado por gol por el capitán Leo Messi. El arquero Asenjo adivinó la intención del astro argentino, pero no pudo detener el disparo del 10.

En el cierre de esa primera etapa, el mismo Messi, que fue de menor a mayor, dibujo una gran jugada individual que terminó en un centro rechazado a propio arco por Pau Torres que sería el 4-0 final.

En el segundo tiempo hubo rato para que Asenjo se luzca en dos ocasiones muy claras ante la Pulga, que bien pudo entonces anotarse en más de una ocasión en el marcador. También debutó Pjanic y Coutinho completó un buen regreso.

Mientras tanto, jugadores como Griezmann y Dembele, entre otros, siguen sin encontrarse y deberán seguir hallando su sitio, o bien Koeman deberá encontrarse. Hubo un Barcelona mejor, más dinámico y con mayores variantes ofensivas. Lejos estuvo de enamorar, pero si fue un mejor Barcelona, tarea para nada difícil tras el papelón del cierre de la última temporada. Es recién el comienzo, pero el equipo de Messi no pasó sobresaltos y entre tantas convulsiones en las últimas semanas, es un notición.

Por Manu Surasky