La expulsión por su cruce con Gary Medel dejó a Lionel Messi en llamas. Al igual que posterior a la derrota ante Brasil, volvió a disparar contra la Conmebol por los arbitrajes y la organización.

"Nosotros no tenemos que ser parte de esta corrupción, de las faltas de respeto que sufrimos durante esta Copa América. Estábamos para más y no nos dejaron estar en la final. La corrupción, los árbitros y todo eso no permitieron que la gente disfrute del fútbol",manifestó.

"Con una amarilla se hubiese terminado para los dos. Me pueden haber pasado factura por lo que dije la vez pasada y por ahí fue mandado", reflexionó.

Por último, la Pulga al ser consultado por una posible sanción, volvió a ser tajante. "Que hagan lo que quieran, la verdad hay que decirla", concluyó.