En algunos aspectos de la vida enero y febrero pueden ser meses donde todo está en pausa, en los trabajos hay menos tareas, menos compañeros que están de vacaciones, por la calle todo está más vacío, la tv tiene programación de verano, el calor saca gente de la calle y la mete en bares y negocios con aire, la ciudad aunque más vacía avanza más lenta, mientras tanto en los cines& Empieza la temporada de películas que van al Oscar.

El 26 de febrero se entregan las estatuillas y es una suerte porque en el verano argentino cuando pocas cosas hay para hacer, aparece con fuerza una muy buena, anticiparse a la entrega y ver las películas, armar un prode calculando éxito de la película, premios anteriores, preferidos de la industria, dinero a recuperar, sorpresas y demás. Vale aclarar desde ya que el premio muy poco tiene que ver con la calidad de la película ganadora en casi cualquier rubro, los criterios son más comerciales que artísticos.

La presencia inminente de la entrega garantiza estrenos interesantes al menos todos los jueves. Saquémonos de encima una de las mayores candidatas que tiene anunciado para el 26 de enero su estreno en Argentina, se trata de La La land, un musical moderno con dos de las estrellas preferidas del cine norteamericano, Ryan Gosling y Emma Stone y un director que ya tocó primera con Whiplash hace unos años, si alguno quiere sabe mi opinión esta película tiene todos los números y recientes siete Globos de Oro. Avisé.

Hace unos días se estrenó una seria candidata teniendo en cuenta el amor de esa industria por las películas bélicas con supuesto mensaje antibélico. Hasta el último hombre dirigida por Mel Gibson que cuenta la historia de un soldado que va a batalla sin armas porque está en contra de matar. Además, basada en hechos reales, evidentemente le lloverán nominaciones, el patrioterismo feliz, el ansia de sangre en pantalla; en definitiva, un producto hecho para esos premios, sería un fracaso que no cosechara algunas coronas.

El grueso de estrenos es durante febrero Manchester junto al mar , un drama de los que se necesitan en cada entrega, Moonlight (historia de un hombre negro, pobre y homosexual, además de parecer un chiste de revista Barcelona, tiene serias posibilidades de tocar las fibras íntimas de los productores hollywoodenses, Un camino a casa (el encanto de Nicole Kidman), Talentos ocultos (historia real de mujeres en la NASA). Es muy difícil no pensar que las películas con posibilidades son las que hablan de lo políticamente correcto, de la sensibilidad de moda y de los típicos clichés de la gigante industria norteamericana.

Quede para cerrar las películas que ya se estrenaron, muchas posibilidades para Meryl Streep y Hugh Grant por sus papeles en Florence, la mejor peor de todas , que se pudo ver en argentina a mediados del 2016, o Dory entre las animadas también en las salas para las vacaciones de invierno pasadas. Sully con Clint Eastwood como director y Tom Hanks como protagonistas presenta una delantera de selección, también puede sumar nominaciones y está en las salas en este momento.

Vale decir, verano, calor y películas. El Oscar no es un premio necesariamente relacionado con valores artísticos, es y así es mencionado un premio de la industria para la industria, y como ya deberíamos saber la industria poco tiene que ver con el arte. Para aquel que se decepcione cuando en el momento de la entrega no ganen, o literalmente queden afuera, las mejores películas del año, habría que llamarlo ingenuo y recordarle algo que dijo un ministro hace años les hablé con el corazón y me contestaron con el bolsillo . No busquemos corazón en esa entrega, es casi un premio por productividad.