En una votación donde participaron más de 2 millones de personas, y donde la represión policial fue uno de los protagonistas, el sí a la independencia catalana ganó con el 90,09 %. Una muestra clara del deseo del pueblo catalán que –hasta el día de hoy- no ha logrado la anhelada independencia de España.

¿Es posible? Desde el gobierno de Rajoy han reiterado en los últimos días su rechazo absoluto al referéndum, ya que se considera al mismo como inconstitucional porque sólo el Estado nacional tiene la potestad legal de convocar a tal votación según lo establecido por el ordenamiento constitucional español.

 En la misma línea se ha pronunciado la Unión Europea a través de la Comisión europea, donde, si bien se reconoció la “ilegalidad del referéndum catalán” también se pidió por el diálogo asegurando que “la violencia nunca puede ser un instrumento en política”. Una posición que apunta más a la unión que a procesos de desunión como el catalán,  y que es propia de una Unión Europea todavía golpeada luego de lo sucedido con el Brexit en 2016.

También se han observado en los últimos días pronunciamientos a favor del referéndum catalán por parte de personalidades famosas a nivel mundial, como el caso del jugador del Barcelona Gerard Piqué, quien luego de subir una foto votando, comentó "desde hoy y hasta el domingo, expresémonos pacíficamente. No les demos ninguna excusa. Es lo que quieren. Y cantemos bien alto y bien fuerte”.

Es vital considerar que, aparte de la ilegalidad del referéndum declarada por el gobierno español, la realidad es que la independencia catalana aparece como una amenaza en términos económicos para España, ya que en caso de suceder, el país perdería un territorio de gran dinamismo económico y productivo.

A su vez, es importante analizar cómo se llevaría a cabo esta independencia catalana en caso de declararse efectivamente, ya que España forma parte del más acabado proceso de integración a nivel mundial como lo es la Unión Europea. Organización que, como se explicó anteriormente, no se ha mostrado favorable al proceso independentista.

Pensar una Cataluña independiente de forma unilateral, es decir, rechazada y por fuera de la Unión Europea genera varios interrogantes que giran especialmente entorno a lo económico, lo cual parece quedar a un lado frente al gran convencimiento popular por la separación como Estado independiente de España. Entonces, ¿independencia sí o no?