Sin aviso previo, aceitera Cargill suspendió ayer las operaciones en la fábrica de Bahía Blanca e impidió el ingreso a los 87 empleados. Según la empresa –que tomó la misma medida en Rosario- la medida se debe a cuestiones de “seguridad”, por paros intermitentes e irregulares, amenazas y "violencia física y verbal".

A fines de enero, Cargill despidió a tres empleados de la planta de sur bonaerense y días más tarde ofreció “retiros voluntarios” a otro tanto.

"El miércoles la fábrica estuvo parada por mantenimiento y ayer cuando fuimos a ingresar nos recibieron con un cartel haciendo paro patronal por 10 días", explicó el prosecretario general del sindicato de Aceiteros, Diego Márquez, quien planteó además que presentarán una denuncia por el paro patronal en el Ministerio de Trabajo bonaerense.

Y agregó: "En el cartel dice que es por las medidas de fuerza que se están llevando adelante. Lo raro es que hace 24 horas que no estábamos con medida de fuerza", disparó Márquez.