En año electoral los candidatos no tienen tiempo libre: deben recorrer sus distritos, mantener encuentros con vecinos y empresarios, y, por supuesto, realizar reuniones que permitan generar alianzas y mantener a la tropa unida. Teniendo en cuenta que la elección que se avecina seguramente será reñida, lo que suceda en Mar del Plata es algo que interesa a nivel nacional y provincial, ya que el Partido de General Pueyrredon es el segundo distrito con mayor cantidad de electores en Buenos Aires. A los ojos de los candidatos a presidente y, fundamentalmente, a gobernador, el próximo intendente de la ciudad puede aportar votos muy valiosos.

En esa trama compleja de encuestas, alianzas, lanzamientos, afiches, reuniones y fotos, varias figuras políticas marplatenses redoblan esfuerzos de cara a las PASO, con el objetivo puesto en el cierre de listas que será el sábado 22 de junio. Allí se definirán las candidaturas y hasta esa fecha valen todas las estrategias.

Los vidalistas vs. los conocidos

En Cambiemos todos se mueven, hacen reuniones, pegan afiches, transitan por los medios y, fundamentalmente, miran a La Plata. Se sabe que el candidato a intendente del oficialismo deberá contar con el visto bueno de la gobernadora, por ello son varios los políticos que tratan de exhibir sus virtudes.

El más cercano a Vidal es el diputado nacional Guillermo Montenegro, quien está instalado en Mar del Plata desde hace varios meses y todas las semanas recorre barrios, empresas del Parque Industrial, se reúne con Pymes y visita centro de jubilados. El ex ministro de Justicia de la Ciudad de Buenos Aires continuamente afirma que puede aportar toda su experiencia en la gestión y está presente cada vez que llega un funcionario a la ciudad. En los últimos días se lo vio junto al Secretario General de la Provincia, Fabián Perechodnik, y al ministro de Seguridad, Cristian Ritondo.

La estrategia de Montenegro es clara, es el único candidato del Pro en la ciudad y así se muestra. En los afiches y en sus redes sociales aparece junto a la gobernadora y desde su entorno sostienen que hay un crecimiento en la imagen del candidato.

Sin embargo, hay otro postulante para suceder a Carlos Arroyo que también comenzó a pegar afiches con su imagen junto a la de la gobernadora. Se trata del radical Maximiliano Abad, el actual jefe del bloque de diputados de Cambiemos en la Legislatura Provincial, quien aprovecha su posición para organizar clínicas con deportistas destacados en los barrios de la ciudad. La semana pasada el Pipa Gutiérrez dio una clínica de básquet, antes habían venido el futbolista de Futsal, Constantino Vaporaki, y hasta el campeón olímpico en taekwondo, Sebastián Crismanich.

Abad es uno de los candidatos más activos en redes sociales, mantiene reuniones con diversos sectores productivos y de emprendedores de la ciudad y recientemente estuvo en un centro de jubilados revolviendo chocolate para hacer huevos de Pascua para los chicos del barrio.

Desde el entorno del diputado provincial insisten en que si Montenegro no levanta en las encuestas, Maximiliano podría ser la mejor alternativa para Cambiemos. Sin embargo, tanto el hombre del Pro como Abad saben que tienen rivales dentro del oficialismo con mayor conocimiento.

Los dos candidatos más resistidos en La Plata son los más conocido: el actual intendente Carlos Arroyo y la concejal Vilma Baragiola. En ambos casos creen que los números terminarán inclinando la balanza de su lado y, si no consiguen el visto bueno de la gobernadora, evalúan presentarse por fuera de Cambiemos.

El jefe comunal enfatiza que su gestión hace obras que los vecinos esperaron durante décadas y que cambian la vida de las personas. El mes pasado lanzó un plan intensivo de bacheo en el cual se invertirán 700 millones de pesos. Sin embargo, todos los anuncios y su intención de voto quizás no sean suficiente para ganar el aprecio de La Plata.

Desde que asumió Arroyo en 2015, y cada vez con mayor frecuencia, se producen cortocircuitos entre municipio y provincia. En el verano la propia Vidal le envió una carta al intendente solicitándole que no incorporase una tasa de publicidad y propaganda para el sector teatral; en su escrito la gobernadora la pedía que evite "implementar medidas que atenten contra el normal desarrollo de la actividad".

En estos días, frente a la decisión de Arroyo de decretar la caducidad del Paseo Hermitage, el secretario general de la Provincia, Fabián Perechodnik, sostuvo que “las decisiones que está tomando el intendente Arroyo no van en línea con lo que Mar del Plata necesita”.

Para agregar más leña al fuego, el intendente decidió promulgar una Ordenanza que declara la Emergencia Educativa en General Pueyrredon; esta actitud no fue bien vista en La Plata ya que la gran mayoría de los establecimientos educativos son provinciales. Si bien en la sesión el arroyismo no acompañó la votación, el jefe comunal prefirió no vetar la norma y esa decisión debe interpretarse en el marco de un gobierno que no duda en vetar ordenanzas del legislativo, ya que tiene más de 20 vetos en los últimos dos años y medio.

Vilma Baragiola también apunta a convencer a Vidal a fuerza de números. Hace todo lo que tiene que hacer un candidato: reuniones con vecinos y empresarios, busca adhesión dentro y fuera del radicalismo y pega afiches en la vía pública. Sin embargo esos carteles no dicen Cambiemos ni hacen referencia a la gobernadora.

A pesar de haber votado la Emergencia Educativa, en lo últimos días Baragiola buscó acercarse a La Plata. En el marco del encuentro de referentes radicales de la Quinta Sección Electoral, Vilma subió una foto junto a Maximiliano Abad con el siguiente mensaje: “este 2019 nos tiene que encontrar a todos juntos y tirando para el mismo lado, porque la fuerza de la UCR está en la unidad de sus dirigentes y militantes. Y cuánto más fuerte el radicalismo, más fuerte estará Cambiemos”.

El desafío del oficialismo

En Cambiemos el panorama cambió radicalmente en los últimos dos años. Si en 2017 se pensaba que cualquier candidato que pusiese Vidal iba a ganar por el arrastre de la gobernadora, en la actualidad esa postura ya no tiene asidero. Hoy la crisis económica golpea fuerte al oficialismo y desde La Plata saben que algunos distritos grandes en los que les ha ido muy bien electoralmente, pueden ser fundamentales en 2019.

Las encuestas muestran que si se presentasen Mauricio Macri y Cristina Fernández de Kirchner, en varios municipios del Conurbano Bonaerense la diferencia a favor de la ex presidenta sería contundente. Esos números inquietan al entorno de la gobernadora que sabe que para contrarrestar los votos de La Matanza o Lomas de Zamora debe ganar con comodidad en Mar del Plata, La Plata, Bahía Blanca y otros distritos que actualmente gobierna Cambiemos.

Esta situación cambió la estrategia, ya no se afirma que quien vaya en la boleta de Vidal será el ganador, sino que se piensa en candidatos que puedan traccionar votos propios. En esta coyuntura, el actual intendente y quienes quieren sucederlo redoblan esfuerzos con la mirada puesta en el cierre de listas, el 22 de junio. Todavía falta mucho, el camino es largo y puede haber sorpresas.