Rendición de cuentas 2020: Garro subejecutó áreas clave como Salud, Producción y Desarrollo a la Comunidad
Fueron casi $90 millones menos en Salud, $97 millones en Seguridad Alimentaria, y más de $280 millones en Industria y Comercio. Los recursos estaban asignados y no se utilizaron, mientras que otras áreas gastaron más de lo presupuestado
El 2020 sacudió todo como ningún otro año que la enorme mayoría de las generaciones que pueblan la tierra recuerde. Ese sacudón, que aún persiste y está lejos de haber pasado, obligó a repensar y adaptar el funcionamiento de la sociedad, la relación entre lo individual y lo colectivo, la importancia de los Estados y, por supuesto, las prioridades a la hora de utilizar los recursos que una sociedad produce. Escuchamos y repetimos hasta el cansancio que nada es más importante que cuidar la salud y la vida de las personas, pensando ese cuidado en forma integral. Y los indicadores con los que se cuenta para medir cómo fue ese cuidado por parte de quienes fueron elegidos para tomar decisiones, además de los resultados epidemiológicos, tiene que ver con la administración de los recursos disponibles. Esta semana que pasó la Municipalidad de La Plata entregó su rendición de cuentas del año pasado, es decir, en qué se gastó el presupuesto. Y de ahí surge la pregunta: ¿cuánto y cómo cuidó la gestión de Julio Garro a los y las platenses en plena pandemia?
La Concejala del FDT Yanina Lamberti realizó un profundo y exhaustivo análisis de las cuentas oficiales, que el oficialismo platense buscará aprobar en una sesión del Honorable Concejo Deliberante el próximo miércoles 16. Áreas centrales en cualquier contexto, mucho más en una pandemia, mostraron preocupantes subejecuciones que resaltan aún mucho más cuando se las contrasta con las sobre ejecuciones de otras partidas menos relevantes. Un orden de prioridades como mínimo cuestionable. En diálogo exclusivo con Diagonales, expresó que “observamos un municipio que pareciera ser inerte a la pandemia, si bien ha generado políticas de eximición impositiva para los comercios afectados, la ejecución de gastos y el acompañamiento con medidas alternativas ha sido ineficiente y alejado de la realidad que se vive en el día a día en los barrios de la ciudad”. A partir de la charla con Lamberti, un recorrido por los gastos del Municipio en 2020.
UNA CUESTIÓN DE PRIORIDADES: SOBRE EJECUCIONES Y SUB EJECUCIONES
El presupuesto original para el 2020 fue diseñado y aprobado (con los votos del oficialismo) en 2019, cuando la pandemia no existía ni en pesadillas. Este elemento resulta de vital importancia a la hora del análisis, no solo para pensar en cómo se fue readaptando esa planificación presupuestaria inicial a las exigencias que trajo la pandemia, sino también porque la histórica caída económica que sufrió el país, impactó lógicamente en esas previsiones. Así, los $13.499.816.845,29 presupuestados para el año pasado tuvieron una caída del 8% en términos reales, equivalente a la caída de la recaudación municipal durante el período, y terminaron siendo finalmente $12.623.056.317,27.
Esta diferencia entre lo presupuestado y lo que finalmente resultó el monto disponible es el argumento que la Municipalidad ya esgrime para justificar la subejecución en muchas de las áreas del presupuesto. La cosa sería algo así como, recaudamos mucho menos producto del parate económico, por eso no pudimos cumplir con lo presupuestado. Sin embargo, ese razonamiento que ya se escucha de boca de funcionarios y que será la espada principal en la sesión de rendición de cuentas, oculta dos elementos clave para una lectura profunda de la utilización final de los recursos.
En primer lugar, el incremento de la asistencia económica de Nación y principalmente de la Provincia. A través de diferentes programas y transferencias, la Nación giró 30 millones de pesos más de lo presupuestado, mientras que el volumen de la ayuda económica provincial resultó aún mucho mayor. En concreto, La Plata recibió unos $690.633.146,36 extras a lo presupuestado, lo cual significó un incremento del 50% en los aportes provinciales al Municipio. Entre los usos de esos recursos se destacan el Servicio Alimentario Escolar, que reportó un total de $862.289.623,83 destinados a alimentar a niños y niñas en los colegios, el Plan Nacer de asistencia a madres y niños en sus primeros meses de vida, o fondos específicos como el Fondo Especial Municipal Covid 19 o el Convenio Específico Emergencia COVID. Estas últimas dos partidas, por ejemplo, no existían en el presupuesto original, y significaron una entrada de recursos al Municipio por $91.000.000 y $93.600.000 respectivamente.
Sumada a estos recursos extra con los que sí contó el Municipio ante la caída de su recaudación, está la disparidad en las sub ejecuciones entre Secretarías, e incluso las sobre ejecuciones de algunas de ellas. Como explica Yanina Lamberti, “si la explicación para las sub ejecuciones es la caída de la recaudación, entonces cabría suponer que cada Secretaría debería registrar una caída de ese 8% proporcional a lo presupuestado para cada una”. Sin embargo, eso no sucedió así, observándose en los recursos efectivamente ejecutados por cada Secretaría disparidades que no tienen una explicación lógica y mucho menos un anclaje en la situación de crisis social producto de la pandemia que se vivió durante el período del ejercicio en cuestión.
Por ejemplo, mientras se registraron subejecuciones en Secretarias vitales como Desarrollo a la Comunidad (68% del presupuesto ejecutado), Salud (91% del presupuesto ejecutado), Producción (9% del presupuesto ejecutado), Cultura y Educación (83% del presupuesto ejecutado), Espacios Públicos (84% del presupuesto ejecutado), Obras y Servicios Públicos (50% del presupuesto ejecutado), Políticas Públicas, Seguridad y Justicia (67% del presupuesto ejecutado) o Asistencia a la Víctimas y Políticas de Género (64% del presupuesto ejecutado), otras áreas aumentaron sus recursos a los estipulado en el presupuesto. Los casos más notorios son los de la Secretaría de Economía, que tuvo una sobre ejecución del 39%, la Secretaría de Coordinación Municipal que creció en un 35%, la Secretaría Privada, que contó con 33% más de recursos que lo planteado en el presupuesto original, la Secretaría de Modernización que contó con unos $5.300.000 más de lo presupuestado, o la de Comunicación al Vecino que vio incrementados sus recursos en un 18%.
“Una hubiera esperado que en una crisis económica y sanitaria algunas políticas hubieran tenido una mayor asignación de recursos dentro del presupuesto, Salud, Desarrollo a la Comunidad, Producción por ejemplo” dice Lamberti y da en el clavo de la discusión. Porque lo que queda claro es que, más allá de la innegable caída en la recaudación, la decisión municipal de priorizar unas Secretarías por sobre otras a la hora de la asignación presupuestaria distó mucho de las necesidades que el pueblo platense tuvo y sigue teniendo a raíz de la pandemia.
$89.745.119,79 QUE NO FUERON A LA SALUD DE LOS Y LAS PLATENSES
Si bien fue la menor en términos porcentuales comparándola con otras, quizás la sub ejecución más escandalosa, por lo simbólico además de lo que implica en materia de cuidados, haya sido la de la Secretaría de Salud. Además, como se mencionó anteriormente, este presupuesto fue estipulado sin considerar una situación de pandemia, lo cual vuelve aún más grave que en un año con crisis sanitaria ni siquiera se hayan utilizado todos los recursos presupuestados para un año normal.
Con la incorporación del SAME dentro de sus competencias (anteriormente bajo la órbita de Coordinación Municipal), Salud vio incrementado su presupuesto en $158.592.483,77. Así, el total de recursos destinados a éste área fue de $892.572.159,15, de los cuales sólo se ejecutó el 91%. Dicho de otra manera, casi 90 millones de pesos que deberían haberse utilizado para cuidar la salud de los y las platenses quedaron sin ejecutarse en plena pandemia.
Hilando fino, esa subejecución se vuelve aún más escandalosa. El área de Producción Pública de Medicamentos, dentro de la cual está el financiamiento para el laboratorio de Especialidades Municipales, que produce insumos claves como el alcohol en gel o repelente para mosquitos, tenía un presupuesto de $50.533.479,81 de los cuales sólo se utilizaron $25.952.032,09, marcando una sub ejecución cercana al 50%. El Programa de Sanidad Escolar contó con un presupuesto de $23.507.691,16, de los cuales sólo fueron ejecutados $2.910.811,16. Sólo de utilizó el 5% de lo presupuestado para el Centro Municipal de Atención Integral a la Mujer, $870.224 de los $62.081.540,37, constituyendo una quita de $61.211.316,37.
Párrafo aparte para el mantenimiento de los Centros de Salud municipales, para lo cual sólo se ejecutaron el 20% de los recursos asignados. Con un monto inicial de $71.266.739,90, sólo se utilizaron $15.247.638,46 determinando una quita de $56.019.101,44. Tampoco se ejecutó todo estipulado para el SAME, que contó con un presupuesto de $160.740.710,25, de los cuales se ejecutaron sólo $ 135.524.967,98, marcando un 16% de sub ejecución.
Un último ítem que agrega indignación es el Programa Proteger. El mismo fue creado con fondos provinciales, y busca reforzar políticas para enfermedades crónicas no transmisibles. No se ejecutó un solo peso de los $13.537.667,09 presupuestados para este programa.
El Ejecutivo Municipal encabezado por el Intendente Julio Garro debería pensar seriamente en explicarle a la comunidad platense por qué esos casi 90 millones de pesos no fueron destinados al cuidado de su salud, cuando ya estaban asignados para ello.
HAMBRE EN LOS BARRIOS Y SUBEJECUCIONES EN POLÍTICAS ALIMENTARIAS Y SOCIALES
La emergencia alimentaria en la cual se encuentran los barrios platenses es una realidad tan preocupante como innegable. El año pasado Diagonales publicó un artículo titulado “Los dos pollos de Garro”, que describía la paupérrima asistencia alimentaria que recibían los comités de crisis y los comedores populares por parte del Municipio. El nombre hacía alusión a que se entregaban uno o dos pollos por olla por semana, para alimentar a un promedio de 200 personas. Hoy, con los números de la redición de cuentas y los reclamos por mayor asistencia alimentaria dese los barrios aún en pie, todo queda mucho más claro.
Y es que una de las principales subejecuciones correspondió a la Secretaría de Desarrollo a la Comunidad, que contiene el Programa de Seguridad Alimentaria. La secretaría contó con fondos municipales, provinciales y nacionales. Los primeros, fueron inicialmente $450.506.272,26, que luego se redujeron a $287.922.068,42 y terminaron ejecutándose sólo $228.182.706,97. “Esto significa que, en plena pandemia y agudización de la crisis social, los fondos municipales que tenían como objeto paliar la emergencia se redujeron en cerca de 222 millones de pesos, casi el equivalente a lo que subió la Secretaría de economía, por ejemplo, hablando de prioridades” destaca al respecto Yanina Lamberti. Los fondos provenientes de la provincia, por su parte, tuvieron una evolución totalmente a la inversa que los municipales, y se incrementaron durante todo el 2020 en $103.824.741,09 a lo presupuestado inicialmente. Sin embargo, el Municipio sólo ejecutó el 53% de esos recursos, dejando sin utilizar casi 89 millones de pesos. La Nación aportó unos 18 millones que fueron ejecutados en su totalidad.
Esta secretaría cuenta con tres programas principales, que resultan ineludibles a la hora de evaluar las prioridades políticas y sociales de la gestión de Julio Garro. El primero es el mencionado Programa de Seguridad Alimentaria, del cual depende la asistencia alimentaria a personas en situación de calle, casa de abrigo, jardines maternales y comedores comunitarios. Sólo se ejecutó el 20% del presupuesto de origen municipal para este rubro, “ahorrándose” el Municipio unos 53 millones. Pero, además, también se sub ejecutó el refuerzo provincial al programa, que fue de 100 millones de los cuales el Municipio sólo utilizó 58. La quita total a este programa vital para miles y miles de platenses, mucho más en un contexto de crisis extrema, representó 97 millones de pesos, y el total ejecutado entre fondos municipales y provinciales fue de solamente el 67% de los recursos disponibles.
El segundo programa de los mencionados es Políticas Sociales, que tuvo una ejecución de sólo el 69% de lo presupuestado, representando una quita de $103 millones. Al igual que con Seguridad Alimentaria, la Provincia de Buenos Aires casi duplicó el presupuesto inicial durante el 2020, y los fondos transferidos al Municipio pasaron de $14.908.397,03 a $23.539.858,30. Pero nuevamente el Ejecutivo municipal ejecutó solamente un 53% de ese monto. Dentro de las metas alcanzadas y superadas sólo se mencionan las referentes a fondos provinciales. Por último, para el Programa de Fortalecimiento Social, que coordina con todos los servicios locales de promoción de los derechos de niños, niñas y adolescentes, sólo se ejecutó un 4% de su presupuesto. De los $113.558.124 iniciales solo se utilizaron $5 millones, constituyendo un recorte de $108.811.155,32 para este programa.
EL FUTURO SON LA EDUCACIÓN Y EL TRABAJO... SI SE LE DESTINAN RECURSOS
La defensa de la educación y la producción son dos banderas que el macrismo utiliza para intentar edificar una identidad política. Pero si vamos a los números, nuevamente la gestión de Julio Garro demuestra poco sustento para esos discursos que suele enarbolar en medios de comunicación de alcance nacional.
En materia educativa es preciso señalar que más del 80% del presupuesto de $1.829.708.944.53 correspondiente a la Secretaría de Cultura y Educación para el 2020 fue de origen provincial. En gran parte, a ese monto se llegó con el refuerzo del Servicio Alimentario Escolar, con el que la provincia giró $466.245.666,41 al Municipio, el Fondo Especial para la Reactivación Cultural y Turística que significó una transferencia provincial de $57.712.522,27, o los $22.433.471.02 destinados a la República de los Niños. Sin embargo, sólo se ejecutaron $1.512.592.522,70 de lo destinado a esta secretaría, la cual registró una sub ejecución del 17%. En total, fueron $317.116.421,83 que no se utilizaron para la educación y la cultura. Dentro de ese total se encuentran 203 millones del Fondo Educativo que no fueron ejecutados.
La Secretaría de Producción, por su parte, sólo ejecutó un 9% de los $314.592.520 que tenía asignados para el 2020, porcentaje que se destinó casi en su totalidad al pago de sueldos. En otras palabras, la inversión de la secretaría fue nula. Como ejemplo puede tomarse el presupuesto asignado a la promoción de la industria y el comercio, que originalmente era de $280.423.937,51, de los cuales sólo se ejecutaron $75.000, que además provenían de fondos provinciales. Ni un solo peso de los 280 millones que el Municipio había planificado destinar de sus arcas a la industria y el comercio resultó efectivamente ejecutado.
Cuando el Intendente Garro habla de su preocupación por estos sectores productivos de la sociedad platense, y resalta las efectivas exenciones impositivas con las que se intentó aliviarlos, cabría que también explique por qué no se utilizaron esos recursos en programas de apoyo similares al ATP nacional. Los recursos estaban, y se decidió utilizarlos en otra cosa.
LAS SECRETARÍAS GANADORAS Y SUS FUNCIONES
Cómo se dijo más arriba, lo que demuestra la administración efectiva de los recursos de los y las platenses durante el 2020 por parte de la gestión de Garro es un orden de prioridades. Vistas las áreas y necesidades desatendidas, surge la pregunta por cuán importantes resultan las áreas que, al contrario, se vieron favorecidas con mayores recursos de los presupuestados inicialmente.
La Secretaría de Economía, que contaba con un presupuesto inicial de $562.068.766,18 terminó ejecutando $783.061.142, mostrando un incremente de alrededor de 221 millones. Ese monto fue utilizado para pagar servicios de deuda ($80.688982,30) y destinado a servicios comerciales y financieros ($124.373.402,10).
La Secretaría de Modernización ejecutó unos $5.300.000 más de lo que tenía presupuestado, pero analizando el desagregado de los gastos de la secretaría se observa que el principal incremento fue en gastos en personal, que implicó casi $10 millones más de lo presupuestado. A su vez, el programa de inclusión tecnológica para la ciudad tuvo una quita del 25%. “Cabe señalar que la falta de acceso a internet fue una de las mayores limitantes para la continuidad pedagógica en los barrios populares, y que debido a éste motivo, el Concejo Deliberante votó (RES 47/2020) un proyecto para que se extienda las zonas WIFI gratuitas a las plazas de las diferentes localidades de la ciudad. No sólo no se dispuso de una sola red wifi sino que además la secretaría se dio el lujo de ampliar su cartera de personal, en 10 millones de pesos” expresó en este sentido Lamberti, y agregó “tampoco se ha logrado, a un año de pandemia, generar las condiciones necesarias para realizar sesiones mixtas (del HCD), ni se tiene acceso plataformas para videoconferencias por tiempo ilimitado para las diferentes áreas municipales”.
La Secretaría Privada, a su vez, contaba con un presupuesto inicial de $18.054.775,97, el cual fue incrementado a $24.057.842,18 y fue ejecutado en su totalidad. Por su parte, la Secretaría de Coordinación Municipal partió de un presupuesto de $236.604.907,45, el cual fue posteriormente incrementado a $320.650.595,89 los cuales fueron ejecutados en su totalidad. Así, esta secretaria tuvo un incremento de $83.178.051,94.
Por último, cabe resaltar el caso de cinco secretarías que fueron creadas a fines de 2019, sin presentar objetivos muy concretos y a las cuales inicialmente no se les había asignado presupuesto. Se trata de Relaciones Políticas e Institucionales, Promoción de la Calidad de Vida, Proyectos Especiales, Transporte y Legal y Técnica. La crítica del FDT el año pasado frente a estas áreas tuvo que ver con que mucho de lo que se estipulaba como sus funciones ya estaba comprendido en otras secretarías, y se las llegó a llamar “secretarías fantasma”, aduciendo a un posible manejo municipal de fondos a través de ellas que no se pudieran justificar por otro lado. Las cinco secretarías significaron un gasto de 160 millones de pesos para el Municipio, los presupuestos fueron ejecutados prácticamente en su totalidad en cada caso, y el 97% de esos recursos estuvieron destinados únicamente al pago de personal, lo cual refuerza la pregunta por la utilidad de dichas secretarías.
MUCHO QUE EXPLICAR Y UNA SESIÓN PICANTE EN 10 DÍAS
Los números hablan por sí solos. Las prioridades municipales quedan reflejadas en esta utilización de recursos, en la que se descuidaron en plena pandemia los aspectos más importantes de la vida de los y las platenses. Los pésimos resultados sanitarios, económicos y sociales de la gestión de la pandemia por parte del Municipio, encuentran en esta administración de recursos algunas explicaciones.
“La sub ejecución en las Secretarías de Salud, Desarrollo a la Comunidad, Producción, y como contraparte, la sobre ejecución en otras como Economía, Comunicación al Vecino y Coordinación no hacen otra cosa que demostrar una ausencia de voluntad política para sobrellevar la difícil situación que nos tocaba abordar” expresa al respecto la Concejala Yanina Lamberti. Su voz y la del resto de los ediles de la oposición se hará oír con fuerza en las próximas comisiones y en la sesión del miércoles 16. Restará ver cómo intenta explicar el oficialismo platense las decisiones políticas que llevaron a esta ejecución presupuestaria, que dejó a muchos y muchas sin la asistencia necesaria en el peor de los años. Sobre todo a quienes más necesitaron del Municipio, los sectores más vulnerables que aún hoy padecen las mismas faltas. A ellos es quienes más les debe explicaciones y soluciones la gestión de Julio Garro.