“Una banda de delincuentes de proporciones”
No voló una mosca. Silencio y asombro incluso de personas con años en el Poder Judicial y en Comodoro Py en particular. Durante 4 horas el juez federal Alejo Ramos Padilla puso en suspenso el tiempo de los círculos políticos y de poder de la República Argentina. Un asistente a la reunión de la Comisión de Libertad de Expresión lo resumió así: “No recuerdo un escándalo de espionaje y extorsión más grande que este en toda nuestra democracia. Y respecto al Congreso, no exagero si digo que supera largamente el tema del negociado de las carnes que le costó la vida a Bordabere”.
Desde el inicio de la exposición de Ramos Padilla se supo que este meeting no iba a ser una reunión de ocasión y protocolo. “Lo que las pruebas acreditaron no era que se había –como se dice vulgarmente- ‘girado’ a un fiscal. Estábamos analizando las actividades de agentes o ex agentes de inteligencia orgánicos o inorgánicos pertenecientes o con vínculos con agencias nacionales e internacionales que estaban llevando adelante operaciones de espionaje ilícito vinculados con la actividades de los poderes judiciales, de los ministerios públicos nacional y provinciales, las Fuerzas de Seguridad, los poderes políticos y de la prensa”. Como dijo un abogado que asistió a la reunión: “o sea, en criollo, estamos en presencia de una banda de delincuentes de proporciones”.
Muchas de las escuchas que el juez puso hoy a disposición de la Comisión y de los diputados y presentes ya habían tenido difusión pública. Algunos de los datos de la causa habían circulado en medios periodísticos. Y varios de los involucrados habían hablado públicamente. Es decir, quienes siguen el tema, la política o la causa no se desayunaron hoy de toda la prueba que presentó el juez. Pero lo que sucedió hoy a la tarde en el Congreso Nacional es que cada pieza encajó en el rompecabezas.
Un diálogo de este medio con el abogado Maximiliano Rusconi –un penalista que se ha hecho más conocido en los últimos tiempos por ser el abogado de Julio De Vido pero que no sólo conoce Comodoro Py como pocos sino que tiene ganado el respeto de quienes lo conocen, desde Julio Maier hasta quienes lo detestan- ilustra la sensación general que quedó en el aire luego de la presentación de Ramos Padilla.
-¿Lo que escuchamos hoy me impresiona a mí porque no conozco las catacumbas del mundo judicial?
-De ninguna manera. Esto es escandaloso. ¿Por que sabés qué pasó hoy? Nosotros hemos naturalizado los carpetazos y el usufructo de la mugre que generan los servicios de inteligencia en nuestro país. Nos hemos acostumbrado a que personajes como (Elisa) Carrió y (Paula) Olivetto nos quieran dar clases de ética cuando forman parte de ese circuito inmundo. Hoy lo que conocimos es cómo es y quiénes integran esa cocina. Hoy Ramos Padilla nos describió con detalles, algunos escalofriantes, cómo funciona ese submundo. (El fiscal Carlos) Stornelli no puede estar un día más en esa fiscalía y a cargo de esas causas”.
La reacción de Rusconi –que no quedó en palabras ya que, según adelantó a Diagonales, iniciará desde mañana su catarata de recusaciones- no fue la única en esta línea. Dos pesos pesados de la política también tomaron la delantera.
Teresa García, actual titular del bloque de Senadores del FPV-UC de la provincia de Buenos Aires y en tanto ex presidenta de la Comisión Bicameral de Fiscalización de los Organismos y actividades de Inteligencia opinó ante Diagonales sobre lo sucedido hoy en la Cámara: “El (senador) radical Juan Carlos Marino tiene que cumplir con la responsabilidad política e institucional de convocar ya mismo a la Bicameral de Inteligencia. La comisión tiene carácter de reservada y secreta porque allí se tratan temas vinculados a la seguridad nacional y por esa misma razón es que ya mismo esa comisión debe escuchar a Ramos Padilla. Hoy mismo debería haber sido convocada. Esa comisión tiene la atribución para preguntar y el juez allí puede responder con tranquilidad lo que hoy no pudo decir por tratarse de temas de secreto de Estado. La UCR no puede esconderse más con esta ilegalidad”.
Leopoldo Moreau, diputado de Unidad Ciudadana y presidente de la Comisión de Libertad de Expresión donde hoy Ramos Padilla expuso fue también durísimo: “si antes hablábamos de terrorismo de Estado, hoy podemos hablar de terrorismo judicial. Estamos frente al escándalo institucional más grave en democracia. Estamos frente a una operación inocultable de los Estados Unidos y la presencia de Ramos Padilla hoy implica un cambio de paradigma porque se acabó el secretismo y cuando se acaba el secretismo estamos más cerca de que se acabe la impunidad”, le dijo a Diagonales.
El abogado Roberto Carlés, Secretario de la Asociación Latinoamericana de Derecho Penal y Crimilogía, opinó a través de su cuenta de Twitter en el mismo sentido: “Este demencial entramado de servicios, jueces, fiscales, política y medios, que se ha puesto ala vista de todos, ha ocurrido pocas veces en la historia. Cuando ocurrió, como en la Europa de la “estrategia de la tensión”, siempre hubo intereses extranjeros detrás”.
Moreau opinó también en la misma línea que Rusconi: “el apartamiento de Stornelli es ya inevitable. Si queda algo de estado de derecho, (el titular interino de la Procuración, Eduardo) Casal debería ya mismo correr a Stornelli”.
“¿Cómo ante una aberración un´fiscal responde ‘OK’?"
En este sentido, Rusconi observó dos elementos que pueden parecer menores que apoyan el corrimiento de Stornelli de la causa: por un lado sostuvo que una persona que está involucrada en un escándalo así no está en condiciones emocionales de mantenerse en esa fiscalía. Pero además aportó un detalle que va al fondo del problema: “en todos los intercambios Whatsapp que conocimos con (Marcelo) D'Alessio vemos que Stornelli le responde ‘OK’, ‘OK’ y ‘OK’. Puede parecer una tontería pero, en primer lugar, alguien responde así cuando tiene la familiaridad de poder terminar una conversación de modo abrupto sin que se malinterprete. Pero, además, ¿cómo es eso de que un tipo le cuenta aberraciones, le dice que va a ‘quebrar’ o a ‘ablandar’ a un testigo y un fiscal de la república responde ‘OK’?”.
Dado que el tono del encuentro era absolutamente institucional las expresiones de incredulidad, asombro,espanto e incluso horror de los presentes en la Comisión sólo podía observarse en sus gestos. En la tarde de este miércoles, en el Congreso de la Nación,escuchamos audios en los cuales una persona -de tal nivel de confianza de ciertas otras del poder judicial federal que participó de indagatorias cuando eso está absolutamente prohibido- hablar de “extraer” personas(¿secuestrarlas?), llevar contra su voluntad a testigos (¿secuestrados?) a dar entrevistas a canales de televisión o “devolver” a los testigos sus madres (¿secuestradas?) como si se tratara de una práctica habitual.
El diputado Adrián Grana fue sincero y puso en palabras el sentir de muchos: “disculpen si cometo algún furcio en mi intervención pero nunca pensamos que íbamos a volver a escuchar algo así luego de terminadas las interrupciones a la democracia en nuestro país”.
La diputada Carolina Moisés, del bloque Alternativa Federal, fue otra de las que mostró el impacto que la presentación le había causado. "Quiero hacer un llamado –dijo- porque la ausencia de los diputados nacionales de Cambiemos en esta reunión es de una gravedad insólita. El caso que se está presentando hoy tiene una importancia central tanto en la política interna como externa. La ausencia de Cambiemos hoy es para generar la sensación de que esto es un acto de la oposición y van a salir a decir eso en los medios cuando ellos deben estar acá trabajando y diciendo lo que quieran, pero acá, y no en los canales de televisión”.
Mientras los diputados escuchaban al juez Ramos Padilla y le hacían preguntas, “en el mundo exterior” se conocía poco y nada de este encuentro. Las diputadas Paula Olivetto (“Pau”, según la llamó D’alessio en sus chats con ella) y Elisa Carrió hacían de las suyas en Twitter junto al silencio de los medios de comunicación más poderosos: TN esperó 4 horas para dar a conocer algo de lo que sucedía, la agencia oficial Télam apenas anunció la visita del juez a la comisión casi dos horas después; Clarín mencionó el tema a las 7 de la tarde (la reunión se había iniciado a las 14) y con el esperable “invitado por el kirchnerismo” y La Nación mencionó el acontecimiento recién cerca de las 20 horas.
Estos silencios mediáticos sólo confirman (o al menos generan sospechas sobre) cierta alianza entre Comodoro Py, los servicios de inteligencia, espacios del poder político y los medios de comunicación; una alianza bajo la cual nadie puede sentirse seguro y que en las explicaciones de Ramos Padilla tomó carnadura.
Quieren quitarle la causa a este juez de Dolores, pero luego de lo de hoy no será tan sencillo meter la basura debajo de la alfombra. Primero, porque el entramado completo hoy vio la luz. Segundo, porque aunque le quiten la causa lo que haya hecho Ramos Padilla legalmente no es nulo. Y en tercer término, lo que podrían quitarle al juez de Dolores es la parte de la causa que inició el escándalo: las coimas que se investigan y la potencia extorsión. ¿Pero bajo qué excusa o motivación lo pueden apartar de la parte más pesada de la causa como es la maraña de servicios, medios y personajes de la Justicia si eso es nuevo y no tiene nada anclado en ningún otro juzgado que en el de Ramos Padilla?
No sabemos en qué derivará esta reunión de hoy y cuál será el próximo paso judicial, más allá de las recusaciones que anticipó Rusconi a Diagonales. Lo que sí se sabe que será parte del próximo capítulo es que se pedirá que la Corte Suprema no abandone más al juez, que se exigirá al ministro de Justicia Germán Garavano que brinde custodia a Ramos Padilla y que se solicitará el apartamiento de las diputadas Carrió y Olivetto por “inhabilidad moral”.