Luego de un mes sin noticias del paradero de Santiago Maldonado, con el pedido generalizado de la sociedad argentina y de organismos internacionales por su aparición con vida, y una vez que testigos involucraran a Gendarmería en el caso-fuerza defendida a capa y espada por Patricia Bullrich-, el Gobierno intenta mostrarse cercano y cambió la estrategia.

Con las pruebas sobre la mesa, y con numerosos pedidos para apartar a Gendarmería y que se realicen procedimientos para determinar el grado de responsabilidad de la fuerza de seguridad, el Gobierno ahora señala que la familia no quiere dialogar. El secretario de Derechos Humanos de la Nación, Claudio Avruj dijo que los familiares de Santiago Maldonado rechazaron una invitación del Gobierno para reunirse.

El funcionario se encuentra en Esquel para empaparse del caso y supervisar las líneas de investigación, en una desaparición que se ha recaratulado como “forzada” y que ha traspasado las fronteras nacionales.

En diálogo con radio Mitre, Avruj reconoció que en la investigación por la desaparición del joven, el pasado 1 de agosto, la "hipótesis más fuerte apunta a la Gendarmería", pero aclaró que por ahora no hay "ninguna prueba cierta o pista concreta" que involucre a esa fuerza, según el expediente judicial. Es decir que los testimonios de los presentes en el lugar aquel día no han sido tenidos en cuenta hasta el momento.

Avruj añadió que para la Casa Rosada "la preocupación mayor" es encontrar a Santiago Maldonado "bien y pronto" y que fue el mismo Mauricio Macri quien le pidió que viajara a Chubut para seguir de cerca el caso.

Desde el Ejecutivo se intentará responder a las críticas por el silencio del Presidente durante más de un mes y a los cuestionamientos por la inacción, en una situación que se les ha ido de las manos y que podría desembocar en un problema mayor en caso de que el Gobierno continúe desoyendo el reclamo mayoritario y siga defendiendo a Gendarmería, cuando todo parece indicar que es la responsable de que Maldonado siga desaparecido.