Alberto Fernández encabezó un acto, desde la Quinta de Olivos, en el que anunció nuevas obras y se firmaron convenios de adhesión al Programa federal "Casa Propia - Construir Futuro" con cuatro municipios del sur del Gran Buenos Aires para la construcción de más de 3.000 viviendas.

En su discurso, el Presidente sostuvo que la pandemia le permitió al Gobierno "hacer las cosas de otro modo, revisar lo que se ha hecho y hacer correctamente lo que se hizo mal". En ese sentido, destacó que se habían construido "dos Argentinas, la de los ricos y la de los pobres".

"No quiero más dos Argentinas", aseveró el mandatario y agregó que veía un país dividido “entre los que tienen y los que no tienen”. En cambio, Fernández contó que anhela “una Argentina donde todos puedan desarrollarse y el Estado garantice que ocurra".

"Si darle a los que menos tienen es ser populista, soy populista", sentenció. "Es una cuestión de ética política que tiene todo el Gobierno", dijo el mandatario en relación al rol del Estado en la distribución de la riqueza e igualdad de oportunidades.

En esa línea, volvió a criticar la meritocracia y sostuvo que “el mérito sirve si a todos les damos igualdad de condiciones. Si el mínimo de condiciones no está dado, el mérito no alcanza. Eso definitivamente es así”. 

Además, el Presidente afirmó que no quiere más que " la suerte de los argentinos" dependa "del mandatario que le toque". Por otro lado, agradeció también a "los sectores más humildes", que fueron "los que mejor entendieron el riesgo, más se cuidaron y más ayudaron en la tarea de evitar la propagación" del coronavirus.

Sin embargo, el jefe de Estado advirtió que vio “mucho descuido en la Navidad, el coronavirus no está superado” y remarcó que el virus “está circulando entre nosotros”. En esa línea y a pesar del inicio de la campaña de vacunación, el mandatario pidió mantener los cuidados.