Mientras adentro del Congreso La Libertad Avanza (LLA) protagonizaba un escándalo cuando se buscaba el quórum para quitarle al presidente Javier Milei las facultades extraordinarias, afuera el ministerio de Seguridad se encargó de que la marcha en favor de los derechos de los jubilados se convirtiera en una cacería a cielo abierto.

Al saldo de 25 personas detenidas por las fuerzas federales y de 99 por parte de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, se le suman los 20 manifestantes heridos que fueron reportados por el SAME.

Quien lucha por su vida es el fotógrafo Pablo Grillo, tras ser impactado por un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza. Grillo fue intervenido y permanece en terapia intensiva con pronóstico reservado y crítico en el Hospital Ramos Mejía.

El jefe de Gabinete Guillermo Francos, en una entrevista con Eduardo Feinmann, planteó que todavía no "conoce los detalles" sobre el momento del ataque contra Grillo, ignorando que se difundieron filmaciones sobre el momento de la agresión. "Es un hecho muy lamentable, no puedo más que efectuar este comentario", aseguró.

Francos sostuvo que el Gobierno buscará "esclarecer el hecho". "Este tipo de episodios generan estas consecuencias, estos accidentes no previstos", reflexionó de forma polémica, antes de expresar que "lo que se pretende es un golpe de Estado".

Y justificó el accionar policial: "La Policía no le tira a una persona un gas, tira para que caiga y genere la salida de los revoltosos para desconcentrarlos. A veces puede pasar que una situación de esta genere un accidente lamentable".

El mensaje de mano dura del Gobierno, de la mano de Francos, quedó a las claras: "Lo que no van a conseguir es alterar el orden público que hemos restituido con mucho esfuerzo. Cuando se hagan este tipo de manifestaciones, van a ser reprimidas de la manera que corresponde".