Tras sucesivos miércoles en los que un grupo de jubilados se manifiesta en la zona del Congreso y sólo recibe represión por parte del Gobierno, la semana pasada dejó una novedad destacable: hinchas del club Chacarita se arrimaron a la protesta a bancar a los adultos mayores, luego de que un socio del club fuera reprimido la semana anterior. 

El hecho abrió la puerta a que las hinchadas de decenas de clubes comenzaran a anunciar que el próximo miércoles 12 concurrirán al Congreso junto a los jubilados, y la iniciativa comenzó a sumar adhesiones. Desde Dalma Maradona hasta el ex DT Ángel Cappa, múltiples personalidades del deporte, la cultura y otros ámbitos se sumaron a apoyar el reclamos de los jubilados.

Frente a la convocatoria que crece, la ministra de Seguridad dejó en este fin de semana una preocupante amenaza de cara al próximo miércoles. “Ya tuvimos el alerta el miércoles cuando fue la barra de Chacarita. Ahora están buscando, como no tienen más la base que tenían las personas que cobraban plan social, que eran a la que siempre llevaban. Ahora está la izquierda, peronistas y 50 jubilados, todos los demás son militantes políticos, y no los vamos a dejar pasar”, expresó en una entrevista en LN+.

Fuerte amenaza de Bullrich a quienes se manifiesten el miércoles por los jubilados

La ex candidata presidencial del PRO, que salió tercera en las elecciones, saltó en tiempo récord al oficialismo libertario y traicionó a Macri con quien hoy mantiene un duro enfrentamiento, buscó intimidar a la sociedad para que no marche el miércoles: “Y a los barras les vamos a encontrar una medida especial, ya tenemos el derecho de admisión, le vamos a encontrar una medida especial si comienzan a ir”. 

Mientras tanto, la convocatoria crece en las redes y la marcha del miércoles promete ser contundente. El Gobierno intenta deslegitimar el reclamo a los asistentes, tildando de barras bravas o de militantes políticos a quienes vienen manifestándose miércoles tras miércoles, sin otra respuesta que la represión por parte del oficialismo. Lo cierto es que la mayoría de las jubilaciones se encuentran muy por debajo de la línea de pobreza y el bono que el Gobierno le suma a la mínima está congelado desde el año pasado.