Con la llegada de la pandemia y el debate a inicio de la cuarentena sobre los gestos de “austeridad” que debía dar la política, los honorarios de diputados y senadores están congelados por decisión de los presidentes de ambas cámaras, Sergio Massa y Cristina Kirchner. Pero los viajes, otro de los apartados no menores de la “caja” parlamentaria, siguieron realizándose. Si bien las medidas de restricción de la circulación obligaron a un parate, con las flexibilizaciones vigentes, los y las honorables legisladores fueron retomando de a poco su costumbre de subirse a un avión costado por el Congreso, con fondos públicos. A la luz del escándalo reciente que sacudió a la ex ministra de Seguridad y Presidenta del Pro, Patricia Bullrich, quien confesó haber usado pasajes “nacionales” de la bancada de la senadora del Pro por Córdoba, Laura Rodríguez Machado, para participar de una actividad netamente partidaria como lo fue el “banderazo” contra el Gobierno, quedó expuesto que además esos pasajes, de los que dispone cada banca para uso a gusto y piaccere, nunca se recortaron. El gasto en pasajes siguió corriendo.

En lo que va 2020, los diputados y diputadas nacionales registraron más de 2400 viajes por el interior del país con fondos públicos durante el primer semestre del año, y participaron de un total de 8 viajes al exterior oficiales en representación del país, sólo entre enero febrero, de acuerdo a los últimos datos que ofrece la oficina de transparencia de la Cámara alta. En el apartado de los viajes a nivel nacional, la enorme mayoría se produjo entre Enero y Marzo, mes a partir del cual entró en vigencia la cuarentena y recortó abruptamente la cantidad de viajes, que recién empezaron a retomarse tímidamente a partir de julio.

En el caso de los viajes al exterior, el Estado pagó hasta ahora unos u$s10.343 dólares sólo en viáticos, poco menos de un millón de pesos al tipo de cambio oficial actual, sin contar el impuesto país. El que más gastó ahora fue Eduardo Valdés, del Frente de Todos, que viajó dos veces como parte de la comitiva presidencial a Israel, en Enero, y a Madrid, en Febrero. Pero el bloque que en conjunto más gastó fue el de Cambiemos, a través de sus legisladores del Pro y la UCR. De todas formas, el contraste con el año pasado es notorio: diputadas y diputados viajaron en unas 89 oportunidades, y el gasto para el Congreso fue de poco más de u$s 83 mil dólares.

En el senado, el fenómeno es casi idéntico: la pandemia obligó a recortar el número total de viajes, pero aun así siguieron sucediéndose. Al exterior viajaron muy poco: apenas seis de ellos pudieron hacerlo, con un gasto total en viáticos de poco más de u$s 2.700 dólares. En 2019, el gasto había sido poco más de 32 mil dólares y 6 mil Euros para un total de 66 misiones oficiales.

Afuera viajaron este año la senadora radical por Santa Fe Silvia Giacoppo, hacia Panamá, para participar de la “Reunión de la junta directiva del Parlamento Latinoamericano y Caribeño”, a mediados de enero. También lo hicieron el senador salteño Juan Carlos Romero y la senadora del Movimiento Popular Neuquino, Carmen Crexell, ambos en febrero para una “Audiencia Parlamentaria Anual de las Naciones Unidas”. Además, se anotaron un viajecito las senadoras por el Frente de Todos Ana Claudia Almirón y María Inés Vergara, quienes visitaron La Habana, Cuba, para 29 edición de la Feria Internacional del Libro, también en febrero. Recién hace pocas semanas, cuarentena mediante, el senador Guillermo Snopek se trasladó a Bolivia como uno de los veedores de las elecciones que consagraron a Luis Arce como presidente.

El año pasado, los que más viajaron fueron el entonces presidente del bloque del Pro, Federico Pinedo, quien ocupó el segundo puesto con sus visitas a Japón, Suiza y EEUU. Estuvo fuera del país durante 35 días en total. El primer puesto se lo llevó Giacoppo, con 8 viajes y una justificación más que razonable: es la presidenta de la comisión de turismo.