Tal como había sido advertido días atrás, la intención de Vidal de complicar al peronismo en la estrategia electoral se concretó con la oficialización del decreto que elimina la posibilidad de “listas colectoras”. La medida, sellada por Mauricio Macri, Rogelio Frigerio y Macros Peña, prohíbe que fórmulas de distinta denominación partidaria compartan lista en diferentes rangos.

De esta manera, una fórmula en Provincia no podrá atarse a varias listas distintas en Nación al mismo tiempo, y deberá quedarse en su propio frente electoral. Las listas colectoras eran un recurso amparado por el decreto 443 del año 2011, establecido por Cristina Fernández de Kirchner, que permitía que listas de distinta denominación compartieran boleta en distintas categorías.

Las “colectoras” fueron utilizadas tanto por el kirchnerismo, como también por sectores de Cambiemos, como el caso de Gerardo Morales quien compartió lista con el radicalismo y el massismo en simultáneo.

Este tipo de movimientos ya no serán posibles según lo establecido por el nuevo decreto 259 de este año, que restringirá a los candidatos y fórmulas a ir con el mismo sello en Nación. Este punto era de especial preocupación para María Eugenia Vidal, quien veía un potencial acuerdo entre el massismo y kirchnerismo para fortalecer votos de manera mutua en sus respectivos armados.

Según trascendió, Alternativa Federal ubicaría un candidato “de consenso” en territorio bonaerense que luego podría quedar atado en Nación tanto a su propia lista como a la del kirchnerismo al mismo tiempo. Con la restricción del decreto 259, cada bando político deberá limitar las candidaturas de cada categoría a partidos y frentes únicos, hecho significará reformular la estrategia que adopte el peronismo.

La maniobra de eliminar las colectoras puede leerse como un gesto de devolución de Macri hacia la Gobernadora, quien supo ceder en la pugna por el desdoblamiento de comicios. En nombre de la unidad, Casa Rosada estaría devolviendo el favor para mantener al "equipo" sólido.