Tras encabezar una cumbre del PRO en la ciudad de Buenos Aire, Mauricio Macri rechazó públicamente la designación por decreto de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla como jueces de la Corte Suprema. De esta manera, el ex presidente le advirtió a Javier Milei que el PRO (al menos un sector) no apoyaría el nombramiento de los magistrados en el Sendo y volvió  tensionar la relación con el Gobierno. 

“La experiencia empírica me indica que la designación de jueces a través de un mecanismo como el utilizado por el gobierno no es correcta”, afirmó Macri en sus redes sociales. 

"Ratifico mi posición de que los jueces que ocupen los cargos más altos del Poder Judicial no pueden ser objeto de tanto rechazo. La confianza en la justicia y en las instituciones es una condición indispensable para la estabilidad de la democracia y la prosperidad del país”, añadió. 

Ampliar contenido
X de Mauricio Macri

Y remarcó: “Mi posición es la mayoritaria dentro del PRO, como quedó plasmada en el informe producido por la Fundación Pensar”.

Cabe recordar que en diciembre de 2025, nombró a Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti como miembros del máximo tribunal a través de un decreto. 

En ese momento, la decisión generó una polémica tal, incluso dentro del mismo gobierno, que ninguno de los dos jueces asumió “en comisión”, como establecía originalmente ese decreto. En cambio, se recurrió al procedimiento de audiencias y acuerdo legislativo. Finalmente, el Senado de la Nación ratificó la designación de Rosenkrantz y Rosatti. 

Ahora, el decreto que firmó Javier Milei también desató una fuerte resistencia en todo el arco opositor. En ese escenario, el Gobierno confiaba en que sus aliados respaldarían su maniobra en el Congreso, pero enfrentan un escenario complicado. 

Es que Unión por la Patria, la Coalición Cívica, sectores de la Unión Cívica Radical, Encuentro Federal y ahora el macrismo, se expresaron en contra y podrían rechazar las designación en el Senado. 

Es que para ratificar lo nombramientos de Lijo y García-Mansilla, La Libertad Avanza necesita dos tercios de los votos del Senado. Hoy no los tiene.