Tarde y presionado por CFK, Kicillof y Macri, Milei finalmente se dignó a viajar a Bahía Blanca
El Presidente llegó a la ciudad casi una semana después de la tragedia que dejó al menos 16 víctimas fatales, pero vuelve al mediodía. El Gobierno nacional envió apenas 10 mil millones de pesos, mientras que Kicillof anunció ayer medidas por 273 mil millones. Las críticas de CFK y Macri que apuraron a Milei.
El presidente Javier Milei llegó esta mañana a Bahía Blanca, cinco días después de la tragedia que azotó a la ciudad y conmocionó al país, y que al momento dejó un saldo de 16 muertos. Recién ahora que las aguas bajaron y las tareas de reconstrucción ya están en marcha por parte del municipio, el Gobierno bonaerense y distintos actores de la sociedad que se articularon en solidaridad con los bahienses, Milei sintió que era el momento para dar un gesto a una población arrasada por la tragedia.
El Presidente voló de Aeroparque a las 6:30 de la mañana junto a su hermana Karina y el jefe de gabinete, Guillermo Francos. Al llegar a la ciudad, se dirigió a un centro de monitoreo donde lo esperaban Patricia Bullrich y Luis Petri, que en estos días recibieron fuertes reclamos y escraches por parte de los vecinos por haber desplegado operativos de propaganda en los territorios afectados.
Quizás por esa razón la visita de Milei y Karina se mantuvo en el mayor de los hermetismos, durará apenas unas horas ya que al mediodía regresarán a Buenos Aires, y se especula que no tendrá una foto oficial ya que la delegación viajó fin fotógrafo. Más aún, ni siquiera el propio intendente, Federico Susbielles, fue informado en la previa de la visita de Milei.
El viaje tardío y express del Presidente a la ciudad en crisis se dio, además, luego de un martes en el que le llovieron críticas de todos lados por su inacción y falta de empatía para con el dolor de los bahienses. La principal provino del gobernador Axel Kicillof, quien ayer anunció un paquete de medidas de asistencia que alcanza los 273 mil millones de pesos, una cifra 27 veces superior a los magros $10 mil millones que Caputo anunció como asistencia del Estado nacional a la ciudad.
“Le digo al Presidente, que ya se lo había solicitado, que es importante poder reunirnos para hablar de estas cosas. Vuelvo a solicitar, en el lugar que sea, una reunión”, insistió ayer Kicillof tras anunciar el paquete de medidas que la gestión bonaerense destinará a la reconstrucción de Bahía Blanca. El Gobernador, además, reclamó que el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que el Gobierno destine “al menos una porción del crédito a temas como este”.
Evidentemente Milei y su entorno interpretaron que el discurso sobre que toda la responsabilidad de la reconstrucción recaía en la provincia y el municipio, y mostraba una tremenda falta de empatía frente a los bahienses y a toda una sociedad que se movilizó en todo el país para juntar donaciones y recursos para la ciudad del sur bonaerense. La imagen de un gobernador en el territorio y destinando recursos a solucionar una tragedia contrastaba fuertemente con la de un presidente borrado y desconectado del dolor de su población, algo que hizo cambiar la postura del círculo presidencial y motivó la visita tardía.
Justamente esa desconexión con el dolor del pueblo es lo que CFK le criticó a Milei ayer con un tuit que también tuvo su efecto evidente. La ex presidenta le recordó al libertario distintas catástrofes climáticas que le tocaron a ella como primera mandataria, y en las que viajó a las zonas afectadas y destinó importantes recursos a las poblaciones para las posteriores reconstrucciones. “Pensé… “SEGURO QUE ESTE VIAJA A BAHÍA BLANCA, porque lo que pasó es apocalíptico”. Y no… NADA. ¡MADRE DE DIOS! ¡QUÉ DESCONEXIÓN EMOCIONAL TENÉS CON LOS QUE SUFREN!”, disparó ayer CFK y su dardo parece haber logrado un efecto inmediato.
Quien también se mostró crítico con la postura del oficialismo fue el ex presidente y líder del PRO, Mauricio Macri. El dirigente porteño criticó la “debilidad institucional” en la que se maneja la Argentina libertaria, en referencia indirecta al nombramiento de jueces de la Corte por decreto y sí directamente apuntando al acuerdo con el FMI vía DNU y salteando el Congreso. Pero, además, Macri apuntó contra Milei por negar el calentamiento global afirmando que “hay que poner en valor un plan de obras hidráulicas en todo el país. Esas obras las tiene que hacer el Estado, porque ahí está en riesgo la vida de la gente”.
En las últimas horas, un importante conjunto de actores del sistema político criticaron la postura de cero obra pública del oficialismo, y Macri se sumó a ese golpe que impactó en la cúpula del Gobierno. En paralelo a eso, el líder del PRO afirmó que “el Presidente tiene que sentarse con Axel Kicillof, no hay más remedio”, concordando con el reclamo del gobernador por una reunión con el primer mandatario.
Pese a haberse resistido hasta último momento, Milei y su entorno parecen haber identificado que no tenían más margen para la especulación política y que el impacto sobre su imagen como líder y gobernante por mostrarse ajeno al drama de Bahía Blanca era muy alto. En un contexto donde todas las encuestas muestran fuertes retrocesos en la aprobación del Gobierno y de la imagen de Milei tras la estafa cripto, la cúpula libertaria cedió ante las presiones y entregó lo que está a su alcance: una visita tardía y obligada que difícilmente arroje alguna novedad significativa para el golpeado pueblo bahiense, que ya conoce de su falta de empatía desde el trágico suceso en el que un tornado arrasó la ciudad y la respuesta del Presidente recién asumido fue un "se que van a salir adelante como puedan y con los recursos que tienen"