A casi tres meses de las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias, aumenta la presión por el armado de listas y los políticos argentinos ya se animan a hablar de candidaturas. Sin embargo, dentro de Juntos por el Cambio, emergen las tensiones y disputas de poder entre los diferentes dirigentes del PRO, la Unión Cívica Radical y la Coalición Cívica.  

PRO

A la puja de los partidos por encabezar las listas con candidatos propios, se suman las internas del PRO que parece haber quedado sin un líder o figura aglutinante tras la derrota de 2019. Lejos de consensuar una dirección conjunta, los principales referentes de la fuerza están en plena “rosca”, en busca de alianzas y respaldos a sus propias candidaturas.

Por un lado, Mauricio Macri no se resigna a haber perdido protagonismo en el partido que él mismo fundó y se alinea con la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, en una postura crítica y sumamente dura contra el gobierno de Alberto Fernández. Ambos fueron los principales referentes que convocaron a las movilizaciones en contra de las restricciones a la circulación en medio de los diferentes picos de contagios atravesados durante la pandemia y más de una vez, criticaron una supuesta “pasividad” por parte del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.

Por otro lado, Patricia Bullrich teme por la indefinición de la ex gobernadora María Eugenia Vidal que si bien expresó su voluntad de ser una eventual candidata a presidenta, no brindó detalles sobre lo que piensa hacer en estas elecciones legislativas. Ante ello, la presidenta del PRO le pidió que se quede en la provincia de Buenos Aires y se quede fuera de la contienda en Capital Federal, donde la misma Bullrich tiene pretensiones electorales.

Lo cierto es que con el pasar de los días, parece cada vez más claro que Vidal no se presentará en los comicios bonaerenses pero aún deja la puerta abierta a una posible candidatura porteña.

Por su parte, Larreta se muestra cercano a Vidal pero teje su propio armado para la provincia de Buenos Aires y pretende que el candidato del PRO en la Provincia sea Diego Santilli.

Esto, en un primer momento, lo llevó a un enfrentamiento con los intendentes bonaerenses que integran el Grupo Dorrego como Jorge Macri, Julio Garro, Néstor Grindetti y Diego Valenzuela,  Guillermo Montenegro, entre otros, quienes sostenían que los nombres de las listas bonaerenses debían ser precisamente bonaerenses.

Sin embargo, en los últimos días, surgieron diferentes posturas dentro del grupo Dorrego y la unidad de los jefes comunales parece haberse quebrado. Tras el anuncio de la candidatura del neurólogo Facundo Manes por la UCR, se encendieron las alarmas dentro del PRO que teme un avance radical dentro de la coalición en la Provincia.

Frente a esta posibilidad, la semana pasada, Horacio Rodríguez Larreta convocó a una reunión de urgencia a todos los intendentes “no radicales” de Juntos por el Cambio para intentar acercar posturas y mostrar un frente unido, durante un encuentro en Olavarría el viernes pasado.

De la reunión participaron los alcaldes del Grupo Dorrego, incluso el principal opositor a la idea de que Diego Santilli desembarque en territorio bonaerense, Jorge Macri.

Sin embargo, el intendente de Vicente López sigue en pie de guerra contra Larreta y sostiene su postura de que los candidatos de la Provincia, deben ser bonaerenses y no porteños. Pero, Jorge Macri ya no cuenta con el respaldo absoluto del resto de los jefes comunales del PRO que acercaron posiciones con el jefe de Gobierno porteño y volvieron a reunirse con él y Santilli esta semana.

Ayer, Larreta y su vice mantuvieron una cena en Lanús con Néstor Grindetti, Julio Garro, Diego Valenzuela, Guillermo Montenegro y Cristian Ritondo en un intento de conseguir el apoyo necesario a la candidatura de Santilli.

Frente a este escenario, Jorge Macri encontró apoyo en su primo, Mauricio Macri, con quien venía marcando distancia. No obstante, encontró un aliado frente al mandatario porteño en el ex presidente. Asimismo, el jefe comunal se sumó a la Mesa Nacional de Juntos por el Cambio, donde también buscará disputar poder.

UCR

Por su parte, la Unión Cívica Radical cerró filas detrás de Facundo Manes. El neurólogo será quien encabece la lista en la provincia de Buenos Aires y con él, los boina blanca buscan disputarle poder al PRO dentro del frente opositor.

Justamente una de las críticas más fuertes dentro de los afiliados al partido radical durante los últimos cuatro años tuvo que ver con una aparente “sumisión” ante la fuerza presidida por Patricia Bullrich. Por este motivo, la dirigencia asegura que buscará meter a sus propios candidatos en las cabezas de las listas.

En tanto, el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, adelantó que se presentará como candidato a diputado nacional por la Provincia, pero aseguró que su lista está conformada por dirigentes radicales, del PRO, y de tendencia peronista en un intento de “unidad” entre las distintas facciones, que podría sumar a Emilio Monzó. 

Además, Posse comparte la posición de Jorge Macri, y asegura que los nombres que integren la lista provincial deben ser del mismo territorio bonaerenses y criticó la injerencia de Capital Federal en la Provincia. 

Coalición Cívica

Por si falta alguna disputa, la ex legisladora Elisa Carrió, sumó leña al fuego y criticó a los líderes del PRO a quienes acusó de dejarse llevar por sus “ambiciones personales”.    

La semana pasada, Carrió hizo “un llamado desesperado” a la “unidad” y enfatizó que el radicalismo y su partido “están cansados del destrato” por parte del PRO. “Mi partido está en una situación límite, yo tratando de mediar, pero mi partido también está cansado del destrato", aseguró durante una entrevista en CNN Radio.

"Yo puedo mediar pero no me dejan unir a la oposición. Las ambiciones personales son superiores”, lanzó. En ese sentido, repitió que “hay mucho destrato a los que acompañamos y a mi personalmente que trato de estar con todos”.

La ex diputada planteó que su misión “fue siempre abrir caminos para otros, aún con mi propio fracaso”, pero remarcó, que “hay mucha política que no entiende eso porque solo vive de la ambición y así no se puede salvar a un país”.

Además, se refirió en duros términos a las pujas internas y aseguró que “es un momento donde hay que tener empatía con una Nación tremendamente herida. Todos están especulando como si se tratara del poder y no de la Argentina”.