Carlos Bianco: "Cuando las fuerzas del campo popular están unidas, son invencibles y son la mayoría del pueblo argentino"
A un año del triunfo electoral del Frente de Todos a nivel nacional y provincial, el jefe de Gabinete bonaerense hizo un balance de gestión en una conversación exclusiva con Diagonales
Este martes es un 27 de octubre de doble importancia para el Frente de Todos, dado que no sólo se cumplen 10 años del fallecimiento del ex presidente Néstor Kirchner, sino que la fecha coincide con el aniversario del triunfo electoral de la fuerza política en 2019.
El jefe de Gabinete, Carlos Bianco, fue el hombre que recorrió la provincia de Buenos Aires en el auto Clio junto a Axel Kicillof, durante la campaña electoral que los llevó a la victoria. Hoy, el funcionario conversó en exclusiva con Diagonales y repasó las sensaciones que lo cruzaron durante los comicios del año pasado, los festejos tras conocer los resultados y los primeros desafíos a los que se enfrentaron en la gestión.
En ese sentido, Bianco tomó las palabras del Gobernador y aseguró que al asumir se encontraron con “tierra arrasada”. El funcionario remarcó que los cuatro años del gobierno de María Eugenia Vidal, “en los términos de las aseguradoras” significaron la “destrucción total”.
Sin embargo, el jefe de Gabinete sostuvo que a pesar de ello y de la situación de crisis generada en el marco de la pandemia, los objetivos del gobierno provincial no han cambiado, “sino que algunas empezaron a tener más urgencia que otras”. Por otro lado, se refirió a la carta de la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, y aseguró que para cierto sector de la oposición el antiperonismo "es su razón de ser".
¿Cómo viviste el 27 de octubre del año pasado, qué sensaciones recordás de ese día?
-Con bastantes nervios, si bien por un lado también con mucha seguridad porque los resultados de las paso habían sido bastante determinantes. Pero así todo, lógicamente con muchos nervios y mucho laburo. Estábamos en nuestro búnker de campaña con todos nuestros compañeros, con Teresa García que estaba un poco a cargo del proceso de conteo de votos. En realidad más que nervios, te diría que con mucha ansiedad y después cuando se conocieron los resultados con mucho desahogo. Fuimos al búnker de calle Corrientes, después festejamos en nuestro Centro Cultural Morán en Agronomía. Fue un día con mucha ansiedad, mucho trabajo y mucha emoción.
¿Cuáles eran las expectativas de ese momento?
-Las expectativas eran poner en marcha la Provincia, que es lo que dijimos desde un primer momento, sabiendo de manera fehaciente -aunque no con todo el nivel de detalle que después fuimos enterándonos cuando comenzamos la gestión- que el desafío que teníamos por delante no era sencillo ni mucho menos por que la Provincia era, como dijo el gobernador, tierra arrasada y en todo sentido. Ministerio o área que analices dejaron tierra arrasada. No sólo por el endeudamiento en más de 12.000 millones de dólares, sino también la deuda flotante que nos dejaron en pesos porque luego de las PASO cortaron todos los pagos a proveedores. También la situación social en general, las escuelas venidas abajo, hospitales a medio construir y Centros de Atención Primaria de la Salud que habían sido literalmente abandonados, obras paradas por falta de pago. Área que mires, estaba destruida.
"Las expectativas eran poner en marcha la Provincia sabiendo de manera fehaciente que el desafío que teníamos por delante no era sencillo ni mucho menos, por que la Provincia era tierra arrasada"
-Si tuvieras que definir qué significaron los cuatro años del gobierno de Cambiemos en la Provincia, ¿cómo los definirías?
-En los términos de las aseguradoras: destrucción total. En el año 2017 hubo una cantidad de obras públicas razonables, aunque nosotros siempre lo dijimos y denunciamos que era obra de superficie que no tenía como objetivo modificar ninguna estructura de la provincia de Buenos Aires, sino que era un objetivo meramente electoral. Después, sobre todo cuando se profundizó la crisis económica a partir de los primeros meses de 2018, la verdad es que no hicieron nada. Si vos ves los números finales, no hay una sola área en donde hayan mejorado la situación respecto de 2015. Esto quiere decir que la provincia de Buenos Aires tiene problemas estructurales desde hace muchísimos años, pero el gobierno de María Eugenia Vidal no sólo no solucionó ninguno de esos problemas o siquiera hizo un camino de solución, sino que los empeoró a todos. Hoy estamos sufriendo muchos de esos problemas en el contexto de la pandemia y el objetivo de empezar a darle un camino de solución estructural a todos esos problemas, por ejemplo en el sistema sanitario estamos haciendo un grandísimo esfuerzo con obras y equipamiento; también arreglamos, pintamos e hicimos obras en 1700 escuelas; ahora con el programa de Tierra y Vivienda para solucionar otro problema estructural de la Provincia que se agravó muchísimo durante los últimos cuatro años. Es lo que nos pidió el gobernador, los problemas no se esconden con pauta, no se esconden con marketing político como hacía Vidal. Los problemas se sacan de abajo de la alfombra, se ponen sobre la mesa y vemos cómo lo solucionamos. Obviamente, para los problemas estructurales las soluciones no son coyunturales, es decir que no son de un día para otro pero lo que hay que hacer es empezar a marcar el camino y recorrer ese camino en el tiempo.
"Los problemas no se esconden con pauta, no se esconden con marketing político como hacía Vidal; los problemas se sacan de abajo de la alfombra, se ponen sobre la mesa y vemos cómo lo solucionamos"
Me imagino que al asumir tenían un plan de gobierno que tuvieron que modificar del alguna manera por la llegada de la pandemia, ¿qué balance hacen de estos meses de gestión, teniendo en cuenta esto?
- Efectivamente nosotros teníamos un plan muy detallado donde estaban muy claras cuáles eran las prioridades que había definido Axel como candidato primero y luego Axel como gobernador. Lo que dijo en la campaña es lo que estamos haciendo. En ese momento él dijo que íbamos a tener cuatro prioridades: la educación, la salud, la producción y el trabajo. Obviamente en un escenario que ya era muy complejo por la situación de la Argentina en general y la Provincia en particular, pero sobre todo la situación de endeudamiento que nos obligó que durante los primeros meses a dedicarnos, y todavía nos dedicamos, a la reestructuración de la deuda nacional y provincial. Pero a los poquitos meses de asumir, llegó la pandemia y no es que esas prioridades hayan cambiado sino que algunas empezaron a tener más urgencia que otras, como la cuestión de la salud, obviamente. Por eso el grueso de la inversión en lo que va del año tuvo que ver con la puesta a punto del sistema sanitario, en obras, equipamiento, recursos, elementos de protección para el personal. Ello no implica que hayamos dejado de lado otras cuestiones, sino que también estamos avanzando fuerte y hemos lanzando varios planes de reactivación económica durante la pandemia que tienen que ver con medidas fiscales, de fomento productivo, créditos. También aprovechamos que las escuelas están parcialmente cerradas y aprovechamos ese tiempo para pintar y arreglar 1726 escuelas. Seguimos trabajando con esos mismos objetivos en un contexto mucho más complejo. Estamos frente al peor momento de la historia del capitalismo, con una pandemia, con una de las peores crisis globales -incluso mucho más profunda y rápida que la de 1930-, con las dos principales potencias que se están disputando el poder mundial y que obviamente tiene consecuencias sobre el resto de los países. Un escenario peor no se podía pensar. Yo me acuerdo cuando Mauricio Macri le echaba la culpa de las desgracias de su gobierno a la devaluación de la lira turca. Parece un chiste, en especial cuando uno analiza la situación actual, me parece que atacaba la inteligencia de los argentinos.
"A los poquitos meses de asumir llegó la pandemia y no es que nuestras prioridades hayan cambiado, sino que algunas empezaron a tener más urgencia que otras, como la cuestión de salud obviamente"
Más allá de la pandemia, ¿cuáles dirías que fueron los principales desafíos a los que se enfrentaron en este tiempo de gestión?
-Podría decir millones y cada área tiene sus problemas particulares que se dan desde en la infraestructura sanitaria o en la infraestructura general de la Provincia, hasta la falta de herramientas para la promoción de la producción. Lo cierto es que en la medida de lo posible y con mucho esfuerzo en un contexto muy complejo, se han ido solucionando o al menos se fue encontrando un camino de solución para cada uno de esos problemas. Por semana, nosotros estamos realizando como mínimo 4 o 5 anuncios de políticas, medidas importantísimas e inauguraciones de centros de salud, obras, rutas. Estamos avanzando muy fuerte, también con la ayuda del gobierno nacional y el trabajo mancomunado con los municipios.
¿Qué lectura hacés del rol de la oposición y sus posturas a lo largo de estos meses?
-Más allá de algunas particularidades, caracterizo en dos subgrupos a la oposición. Por un lado, representantes de la oposición que tienen alguna responsabilidad institucional ejecutiva o legislativa con los que venimos trabajando relativamente bien y de manera coordinada. Obviamente después hay fuego de artificio para la política, pero cuando uno se sienta a trabajar, cuando se coordinan, se dialogan y se articulan las políticas, las cosas marchan razonablemente bien. Una cosa es lo que dicen los representantes de la oposición cuando le ponen un micrófono en frente y otra cosa es la que nos dicen a nosotros en las reuniones privadas, donde reconocen el esfuerzo que se está haciendo, la asistencia financiera que ha realizado la Provincia con los municipios, el esfuerzo institucional y republicano que estamos llevando adelante cuando vamos, al menos yo, cada dos meses a la Legislatura. Todo eso lo reconocen y lo agradecen, obviamente después cuando enfrentan un micrófono hacen el juego de la política y ahí es donde aparecen los fuegos de artificio. Pero eso es una parte de la oposición, una parte que no tiene responsabilidades institucionales y me animo a decir que más vinculada con el macrismo duro, que trabaja de una manera absolutamente irresponsable, tratando de profundizar una grieta que existe en Argentina y es real, que ataca sin argumentos, que se opone a todo por oponerse como deporte, y que temerariamente ha generado un gran riesgo para la población al promover marchas anti-cuarentena y antiperonistas porque esa es su razón de ser.
"Una cosa es lo que dicen los representantes de la oposición cuando le ponen un micrófono en frente y otra cosa es la que nos dicen a nosotros en las reuniones privadas"
¿Qué evaluación hacés de la carta de Cristina Fernández de Kirchner?
- Cristina habla de tres certezas en su carta. La primera habla de que el problema nunca fueron, como se quiso instalar, las formas o las cadenas nacional sino que el problema era el contenido. Lo que no toleran ciertos sectores del círculo rojo, el establishment y los medios es que el peronismo haya vuelto a acceder al poder, como lo ha hecho siempre democráticamente. Me animo a decir esto porque desde que nació el peronismo hasta ahora, la oposición ha gobernado con golpes de Estado, con proscripción y las veces que logró gobernar en democracia fue por una división de las fuerzas populares. Cuando las fuerzas del campo popular, incluyendo mayoritariamente al peronismo pero también a otras expresiones, están unidas, esas fuerzas son invencibles y son la mayoría del pueblo argentino. Por eso me parece que la carta de la vicepresidente presenta una gran lucidez, un análisis quirúrgico de la situación política que estamos viviendo y también de algunos problemas económicos estructurales que tiene la Argentina como es la escasez de dólares y el bimonetarismo. Yo celebro muchísimo esa carta porque a muchos de nosotros que estamos en el día a día de la vorágine de la gestión, nos hace pensar y reflexionar muchísimo, y sacar conclusiones políticas para lo que viene.
"La oposición ha gobernado con golpes de Estado, con proscripción y las veces que logró gobernar en democracia fue por una división de las fuerzas populares"
-¿Son esas fuerzas populares de las que hablás, las que se expresaron en las elecciones de 2019?
-Sí, me parece que además esa fue la clave que tuvo la arquitectura electoral que encabezó la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Ella tiene una generosidad pocas veces vista en la historia de la política argentina, entendió que por distintos motivos y razones -que expresa en su carta- ella tenía que dar un paso al costado y no ser la candidata, sino acompañar una fórmula de unidad con otros sectores del campo nacional y popular, y generar una construcción política lo más amplia posible para poder vencer a la expresión de la tercera oleada de neoliberalismo que tuvo la Argentina. Esa fue la clave de la victoria electoral y que el conjunto del pueblo que apoya el proyecto nacional, popular, democrático y feminista se expresara de manera contundente en las elecciones del año pasado, teniendo una victoria abrumadora en Nación pero más abrumadora en la Provincia, donde nos habían hecho creer, a través de catarata de pauta, que la ex gobernadora Vidal era invencible. Lo que quedó demostrado es que cuando uno hace una pésima gestión y no se ocupa de los intereses del pueblo, por más pauta, marketing político, o cara de bueno que se ponga frente a las cámaras, la gente se da cuenta que eso es una mentira y cambia de opinión.