Desde Provincia evalúan posponer las PASO pero “de ninguna manera” suspenderlas
Así lo aseguró el viceministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, teniendo en cuenta la situación epidemiológica.
El debate sobre la realización de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) volvió a irrumpir en la agenda política luego de que el ministro de Salud, Ginés González García, asegurara ayer que “no están dadas las condiciones sanitarias para votar en agosto” y que se trataba de “un riesgo absolutamente innecesario que no debemos correr”.
Tras las declaraciones del funcionario, diputados del PRO salieron a criticarlo y a exigir que se celebren las PASO. Por otro lado, varios gobernadores ya habían manifestado su voluntad de que las mismas se suspendan por este año pero, hasta ahora, se desconocía la postura de Axel Kicillof, quien evitó pronunciarse al respecto.
En este contexto, no fue el gobernador bonaerense quien se refirió a la realización de las PASO, pero sí lo hizo uno de sus funcionarios. El viceministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Nicolás Kreplak, aseguró que posponer las PASO “puede ser una opción”, pero “de ninguna manera” se pueden suspender. “Desde lo epidemiológico, preferiría que no fueran en agosto” agregó.
Kreplak explicó que para esa fecha “es probable que haya una alta tensión en el sistema de salud”, dado que todavía se estará atravesando el invierno, estación en la que pueden aumentar los casos de coronavirus.
A partir de estas declaraciones, la Provincia sienta su postura en torno a la realización de las elecciones primarias y se diferencia de los gobernadores del norte argentino que piden, en primera instancia, la suspensión de las PASO. Sin embargo, si ello no fuera posible, admiten la posibilidad de una postergación.
Por el momento, el gobierno nacional mantiene el cronograma electoral 2021 como estaba previsto pero no descarta habilitar el debate para modificarlo, teniendo en cuenta la llegada del invierno y la situación epidemiológica.
Esta discusión, podría llevar tiempo y varias negociaciones pues el oficialismo no tiene una postura unificada y, además, necesita del consenso de la oposición. Una eventual modificación al calendario electoral debe pasar por el Congreso Nacional, donde se necesitan al menos 139 votos en Diputados y 37 en el Senado, números que hasta ahora parecen no estar cerrados.