La gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal es de las dirigentes políticas con mejor relación con los sectores de la Iglesia. Incluso ante la crisis económica que atraviesa la Argentina y por lo tanto su provincia, articula programas con la institución eclesiástica para evitar una explosión social en los sectores más vulnerables. Sin embargo, en las últimas horas recibió cuestionamientos que ponen en duda la tan promocionada reforma del Servicio Penitenciario de su Provincia. 

Fueron los obispos Eduardo García de la Diócesis de San Justo y Jorge Lugones de Lomas de Zamora, quienes a través de un comunicado pidieron que "no nos arrebaten la paz social". En ese marco fue que denunciaron la situación de una veintena de detenidos, ocho de los cuales fallecieron a lo largo de los días como consecuencia de un incendio registrado en una dependencia policial.

En el comunicado que cuenta con el aval de la Conferencia Episcopal, recuerdan que en el "2015 como Iglesia Argentina afirmamos que la paz social que tanto anhelamos se ve fuertemente afectada" por lo que "urge recorrrer caminos de reconciliación y paz social". 

A pesar de los anuncios realizados por parte de la mandataria provincial y de su ministro de Justicia Gustavo Ferrari, en torno a generar mejores condiciones para los presos, desde la Iglesia denunciaron que "el 15 de noviembre fallecieron 4 detenidos en la comisaría 3º de Transradio, en la localidad de Abril, Partido de Esteban Echeverría, en ocasión de un incendio en los calabozos". Allí remarcaron que "con el avance de los días, fallecieron también algunos detenidos que habían sido internados en ocasión del hecho" lo que consideraron como "la masacre más grande en la historia de muertos en comisarías".

Los Obispos alertaron sobre la super población en dependencias policiales bonaerenses que ascendería al 290%, con un excedente de 2900 presos y denunciaron además que "el hacinamiento en el sistema penitenciario se ha consolidado en la Provincia". 

"El hacinamiento también es brutal en las unidades penitenciarias", expresaron y finalmente pidieron por "la presencia efectiva del Estado" y que "no haga de estos lugares tierras de nadie, donde gobierna la marginalidad y la droga bajo complicidad de ciertos sectores de la seguridad".