La Provincia comenzó a realizar testeos casa por casa en el conurbano
Especialistas entrecruzan información de las villas y asentamientos, con las zonas que registran la mayor cantidad de casos
El Gobierno de la provincia de Buenos Aires comenzó a relevar casa por casa para evitar la propagación del COVID-19. Es un nuevo plan que tiene como objetivo la detección temprana de síntomas para atacar focos de posibles contagios en los barrios populares que tengan circulación comunitaria y hayan presentado brotes en las últimas semanas.
Para esto, la Provincia dispuso que especialistas entrecruzan información de las villas y asentamientos, con las zonas que registran la mayor cantidad de casos, y así determinan dónde es necesario garantizar la accesibilidad a los controles.
“La estrategia sanitaria cambió porque la contención y mitigación de contagios en el Conurbano sólo es posible con el despliegue de grandes operativos territoriales en cada barrio. Hasta ahora, se recibían pacientes con síntomas en los centros de salud y se contenían las demandas a través de la línea 148, pero ahora decidimos avanzar en una nueva etapa en la que los Estados nacional, provincial y municipales vamos casa por casa”, explicó el ministro de Salud de la Provincia, Daniel Gollan.
Para implementar este nuevo sistema, especialistas diseñaron un mapa que contiene información del Registro público provincial de Villas y Asentamientos precarios, y del Registro Nacional de Barrios Populares (RENABAP) y la distribución de los casos de coronavirus en la provincia de Buenos Aires. Mediante el entrecruzamiento de ambos datos, pueden determinar en qué distritos y barrios se concentra la mayor cantidad de contagios.
A partir de eso, y en un trabajo articulado con los distritos, se realiza un despliegue territorial que implica que promotoras y promotores de salud, junto a enfermeros y profesionales de distintas instancias del gobierno provincial, vayan casa por casa, para detectar personas con síntomas compatibles con los casos sospechosos de coronavirus, en una población con menores posibilidades de acceso al sistema de salud.
En cada vivienda, se toma la temperatura corporal y además se hace un cuestionario para identificar si esa fiebre tiene que ver con la determinación de un caso sospechoso de este virus o se trata de alguna otra enfermedad, como dengue por ejemplo. Luego, ante la detección de algún caso sospechoso, se le realiza el hisopado correspondiente y se le entrega un barbijo para ser trasladado al hospital donde es internado a la espera del resultado.
Cabe señalar que las primeras pruebas piloto se hicieron en el barrio La Paz del municipio de Quilmes y en Los Amigos y Sargento Cabral de San Vicente, en un trabajo conjunto entre los ministerios de Salud de la Nación, la Provincia de Buenos Aires, de Desarrollo de la Comunidad y los municipios. En esa ocasión, se controlaron más de 10.000 personas y se detectó un solo caso positivo, lo cual demuestra que la circulación sigue siendo baja.
Los próximos distritos previstos donde se realizará esta experiencia son Merlo, San Martín, Moreno, La Matanza, y Lanús. “El objetivo es atacar los potenciales focos de contagios de manera directa y anticiparse a una multiplicación descontrolada de casos, que es una posibilidad mucho más factible en estos contextos socioculturales”, afirmó Gollan.
Para poner en marcha esta nueva estrategia que impone un despliegue de gran complejidad, se articula con organizaciones sociales, sindicales, religiosas y clubes de barrios, y también se comenzarán a utilizar los centros comunitarios construidos en cada municipio. En este sentido, se espera que se utilicen para casos confirmados que presenten una sintomatología leve, y que no tengan las condiciones y posibilidades de realizar un adecuado aislamiento domiciliario.