La recaudación bonaerense creció 27,6% en 2020
Los datos proporcionados por la Agencia de Recaudación ARBA
La recaudación impositiva bonaerense cerró 2020 con un crecimiento interanual de 27,6%, por debajo de la inflación, al sumar 467.016 millones de pesos, informó la Agencia de Recaudación ARBA.
En el transcurso del año pasado, el Impuesto sobre los Ingresos Brutos exhibió un crecimiento de 29,1%, totalizando 339.086 millones de pesos.
Esa evolución tuvo como marco una caída implícita del nivel de actividad que estuvo en torno al 9,7%, con un impacto negativo que fue heterogéneo y afectó de manera diferente los distintos rubros de la economía, explicó el ente recaudador provincial.
Respecto del tributo de Sellos, la recaudación alcanzó los 37.043 millones de pesos, con una suba de 22,9%: en este caso, la evolución del impuesto se vio perjudicada, en particular entre abril y mayo de 2020, por impacto de la crisis sanitaria en los rubros inmobiliario y automotriz. "A partir de ahí, se observó una recuperación que fue coincidente con la mejora evidenciada en esos sectores", resaltó ARBA, en un comunicado.
Por su parte, el Impuesto Inmobiliario Urbano (Edificado y Baldío) aportó en 2020 un total de 28.276 millones de pesos, con un incremento interanual de 41%. El Inmobiliario Rural sumó 14.131 millones de pesos, con una mejora de 40,6% en comparación con 2019.
A lo largo del año pasado, Automotores y Embarcaciones Deportivas totalizaron 37.653 millones de pesos, con un crecimiento de 28,5%.
Los planes de regularización sumaron 9.934 millones de pesos y el tributo a la Transmisión Gratuita de Bienes aportó otros 893 millones, según la información oficial.
ARBA evaluó que en cuanto a los efectos negativos provocados por la pandemia, por un lado, se generó una caída notoria en el nivel de actividad, que tuvo su impacto en la evolución de Ingresos Brutos y Sellos; por otro, afectó la cobrabilidad de todos los impuestos patrimoniales, en particular automotores y embarcaciones.
"Las medidas destinadas a paliar la crisis y la paulatina recuperación del nivel de actividad, con su impacto favorable en el poder adquisitivo de los contribuyentes, fueron menguando ese deterioro de la cobrabilidad, sobre todo a partir de la segunda mitad de 2020, lo que se tradujo en una progresiva mejora de la recaudación", enfatizó el organismo.