Respaldos y ausencias en la apertura de sesiones de Kicillof
El gobernador inauguró un nuevo período legislativo en la PBA, con importante presencia de la tropa propia. Intendentes, sindicalistas, legisladores nacionales y representantes de DDHH estuvieron en la Legislatura. Emisarios cristinistas y fuertes ausencias de La Cámpora.
Axel Kicillof inauguró este miércoles un nuevo período de sesiones legislativas de la provincia de Buenos Aires. En un extenso discurso que superó las dos horas y media, el gobernador bonaerense se despachó con durísimas críticas al Gobierno nacional de Javier Milei, recorrió la gestión de la PBA en áreas centrales y dejó importantes anuncios para este 2025.
En el contexto de un peronismo dividido, la foto de este miércoles iba a ser analizada incluso antes que Kicillof terminara su discurso. Quiénes fueron y quiénes no a apoyar al gobernador resulta un dato relevante de cara a lo que se viene en este año electoral, sobre todo teniendo en cuenta el reciente lanzamiento del Movimiento Derecho al Futuro (MDF), el espacio con el que Kicillof buscará lugares propio en la mesa de negociación del peronismo y en las listas provinciales.
En principio, el gobernador tuvo un apoyo pleno de su gabinete y buena parte de los firmantes del documento fundacional del MDF. En primera fila escuchando sus palabras estaban el intendente de La Plata, Julio Alak, y los ministros más cercanos a Kicillof, Carlos Bianco, Andrés Larroque, Cristina Álvarez Rodríguez, Javier Alonso y Gabriel Katopodis. Atenta a un costado del estrado y lejos de la centralidad de las miradas, Jesica Rey, otra de las patas centrales de la estructura kicillofista, seguía al detalle las palabras del gobernador releyendo su discurso a medida que avanzaba.
El resto del gabinete, ubicado entre las bancas de los legisladores y el estrado, tuvo una novedad frente a otros actos políticos pero no institucionales del gobernador: la presencia de los ministros de La Cámpora. Nicolás Kreplak, Juan Martín Mena, Florencia Saintout y Daniela Vilar dieron un presente lógico y esperable, que tampoco podía darse del todo por sentado por el nivel de tensión entre la organización de Máximo Kirchner y el armado del gobernador. Kicillof dedicó extensos pasajes de su discurso a remarcar los logros alcanzados en las áreas de su gobierno comandadas por La Cámpora, salud, justicia, cultura y ambiente.
En ese mismo sector se ubicaron, un poco más atrás, se ubicaron los legisladores nacionales por la PBA que acompañaron el lanzamiento de MDF: Hugo Yasky, Victoria Tolosa Paz, Daniel Gollán, Juan Marino y Natalia Zaracho. Otros legisladores nacionales alineados con el kirchnerismo no fueron parte de la cita.
Los intendentes rompieron la grieta de asistentes entre los firmantes del lanzamiento de MDF y los que no. Casi milimétricamente divididos en dos palcos distintos, en uno se ubicaron los que apoyan a Kicillof y en otro los que juegan con CFK. En el primer grupo estuvieron el primer anillo kicillofista, compuesto por Jorge Ferraresi, Mario Secco, Fernando Espinoza y Fabián Cagliardi. El intendente de Berisso le dijo a Diagonales a la salida del evento que “hoy tenemos un candidato que va a ser el candidato de los argentinos y un presidente del pueblo”. Completaban ese palco de jefes comunales del axelismo Fernando Moreira, Lucas Ghí, y otros no tan jugados por el gobernador pero tampoco cercanos a CFK, como Julio Zamora o Leonardo Boto.
En el palco de al lado, una delegación de intendentes emisarios del cristinismo llevaron un cierto mensaje de unidad que contrastó con la actitud general de La Cámpora. Mariel Fernández y Federico Otermín fueron las figuras centrales en esa línea, ambos piezas clave del armado de Máximo en la PBA. El intendente de Lomas de Zamora expresó a este medio al final de la jornada que “quedó muy marcado en las palabras del gobernador el contraste que hay entre el Gobierno nacional y el de la provincia. Conversamos con un grupo de intendentes y la verdad que estamos muy conformes porque creemos que el Gobierno de la provincia contiene los planteos que llevamos adelante pensando en nuestros vecinos”, y se entusiasmó con la unidad del peronismo de cara a las elecciones: “no tengo ninguna duda, todos unidos triunfaremos”. Junto a ellos estuvieron Federico Achával, Gastón Granados, Germán Alberti y Gustavo Cocconi.
En otro palco se ubicaron los dirigentes sindicales de las distintas centrales que juegan abiertamente para el armado del gobernador. La CGT llevó a pesos pesados como Héctor Dáer y Andrés Rodríguez. Las dos CTA estuvieron representadas por Hugo Yasky, sentado abajo entre los legisladores nacionales, y Hugo “Cachorro” Godoy, ubicado al lado Dáer. Por ATE también estuvo Oscar de Iasi. Desde el kirchnerismo dejaron correr al poco tiempo de finalizado el discurso un llamado de atención: “en el palco donde el año pasado estaba CFK, hoy Kicillof tenía a Andrés Rodríguez”.
La tropa de La Cámpora jugó al filo entre las presencias obligadas por lo institucional, como la de los ministros y legisladores cristinistas, y las resonantes ausencias de los máximos referentes de la organización que también podrían haber estado en la jornada. Los ejemplos más contundentes son los de Máximo Kirchner y Eduardo Wado de Pedro, diputado y senador por la PBA, que hicieron un claro vacío al gobernador en la apertura de sesiones de la Legislatura. Tampoco fueron los intendentes camporistas más fuertes, como Mayra Mendoza y Julián Álvarez, que mantienen un agresivo enfrentamiento con Jorge Ferraresi. En un municipio gobernado por La Cámpora ironizaban horas después del discurso de Kicillof que la apertura de sesiones de su Concejo Deliberante les requería una preparación que hizo imposible su presencia en La Plata.
Quien también estuvo sentada en primera fila y respaldó con fuerza al gobernador fue la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto. Kicillof dedicó palabras especiales para los organismos de DDHH y las políticas públicas que el Gobierno nacional viene arrasando en esa materia.
A la salida del evento, Carlotto brindó declaraciones exclusivas a Diagonales y afirmó que “realmente todo lo que habló (Kicillof) y aplaudimos fue maravilloso porque era lo que necesitábamos como pueblo, tener la palabra de quien gobierna sobre lo que ha hecho y lo que piensa hacer, en oposición a lo que se hace en el Gobierno de la república donde estamos con miedo, con persecusión y con malas noticias siempre".
"Creo que este momento es, para todos los que hemos estado más los que escuchen las palabras del gobernador, de mucho optimismo. Y juntarnos para que esta provincia sea lo que siempre hemos querido ser los argentinos, un lugar propicio para la vida de todos”, completó.