El PJ de Máximo Kirchner y La Cámpora bancaron a Kicillof  frente al ataque de Milei

En una semana caliente para la política bonaerense, la foto de este viernes muestra un peronismo unificado como hacía tiempo no se veía en respuesta al ataque de Javier Milei contra Axel Kicillof. El pedido de renuncia que el presidente le hizo al gobernador, un virtual intento de intervención de la PBA por parte del Gobierno nacional, suscitó los más variados apoyos para Kicillof por parte del peronismo. Incluso los de La Cámpora, sector con el cual el kicillofismo mantiene una fuerte disputa interna que tuvo un pico el sábado pasado con el lanzamiento del Movimiento Derecho al Futuro (MDF), un nuevo espacio dentro del peronismo comandado por Kicillof.

Esta mañana la dirigencia camporista bonaerense salió a enfrentar la embestida de Milei contra el Gobierno provincial, algo que desde el kicillofismo se reclama como una deuda y se plantea como una de las explicaciones para la construcción de MDF. Hubo posturas desde el PJ provincial, comandado por Máximo Kirchner, la jefatura de bloque de Diputados de la PBA, y referentes centrales de la organización como la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza.

El PJ bonaerense emitió un comunicado en el que calificó como “un nuevo acto de gravedad institucional” las declaraciones de Milei pidiendo la renuncia de Kicillof. “¿Hasta dónde el presidente de las facultades delegadas va a seguir agrediendo a las y los bonaerenses que han elegido democráticamente a sus representantes? Lo llamamos a la reflexión -una vez más -como los hicimos cuando promovió irresponsablemente la rebelión fiscal para desfinanciar la provincia”, expresaron desde el PJ provincial.

En línea con lo que Kicillof viene reclamando al Gobierno nacional, y con lo que el gobernador expresó en su conferencia de ayer llamando a un trabajo en conjunto entre la PBA y la Nación, el PJ bonaerense que preside Kirchner señaló que “si realmente le preocupa la vida de las y los bonaerenses, hoy mismo comience a trabajar en conjunto con la provincia y devuelva los más  de 700 mil millones de pesos que le quitó para seguridad". "Salvo que solo quiera aprovechar este doloroso momento de las familias  de las víctimas para fines electoralistas”, añadió el texto. 

El reclamo bonaerense por los fondos que el Gobierno nacional dejó de enviar a la provincia, no sólo en materia de seguridad, sino también para educación, transporte y otras áreas claves de gestión, es uno de los ejes de la línea política de Kicillof. El gobernador hará especial énfasis en estas cuestiones el próximo 5 de marzo en su discurso de apertura de sesiones.

El PJ bonaerense concluyó su comunicado apuntando directamente contra Milei y el oficialismo libertario: “Irresponsablemente sus funcionarios y legisladores promueven consignas violentas y llaman instalar tendencias en redes sociales acusando al gobernador de asesino, convóquelos a ellos también a renunciar a esas prácticas y dedicar el tiempo a redoblar esfuerzos”.

Por su parte, quien también se expresó a través de sus redes fue el jefe del bloque de diputados bonaerenses de UP, el camporista Facundo Tignanelli, quien directamente señaló que “el presidente amenaza con una intervención federal a la provincia de Buenos Aires”. Una de las principales voces en material judicial de la organización de Kirchner agregó que “a pocas horas de intervenir el poder judicial de la Nación, designando jueces por decreto, ahora pretende avanzar contra el federalismo y la voluntad popular”.

Tignanelli apuntó contra Milei expresando que cada vez que la PBA tiene un problema el presidente “le da la espalda”, y se sumó a la crítica por “la asfixia financiera, que la deja sin recursos para afrontar los problemas que existen”. 

La actitud del Gobierno nacional frente al problema de la inseguridad en la PBA resulta totalmente antagónica a la que tuvo, por ejemplo, con la ciudad de Rosario. Allí, la Nación dispuso recursos propios y hasta solicitó la intervención de la PBA, que también auxilió a la provincia comandada por el radical Maximiliano Pullaro. En ese contexto, Tignanelli disparó contra Milei: “El gobernador le planteó públicamente al presidente la necesidad de trabajar en forma conjunta. Su respuesta fue nuevamente dar la espalda al trabajo y tratar de sacar una ventaja política. Es tiempo que Milei se ponga a trabajar de presidente y como máximo responsable institucional de nuestro país disponga enviar los recursos que la provincia requiere y deje de estar boludeando en tuiter”.

Quien también salió fuerte fue la intendenta de Quilmes y una de las máximas referenta de La Cámpora y el cristinismo en la PBA. Mayra Mendoza emitió un tuit en el que expresó que “el pueblo de Quilmes, como el de toda la provincia de Buenos Aires, merece respeto". "Resulta inadmisible que el presidente Milei pretenda utilizarlo por conveniencia electoral y en su escalada antidemocrática”, sentenció.

También en línea con lo que se sostiene desde la gobernación, la intendenta afirmó “Milei ya se cargó los derechos de la mayoría del pueblo”, y ofreció como explicación a ello el hecho de que el presidente está “enojado porque en la provincia perdió las tres elecciones de 2023, los y las ciudadanos y ciudadanas bonaerenses son los más afectados por el ajuste brutal del presidente”. 

Mayra señaló también el desfinanciamiento a la PBA, particularmente en seguridad, como una causa central de los problemas que hoy atraviesa la provincia: “nos ha dejado sin recursos para combatir eficientemente el delito. Desde que Milei decidió desfinanciar la seguridad de la provincia, es responsable directo de todo lo que suceda en esa materia”. LA jefa comunal de Quilmes y referente central de La Cámpora enmarcó el ataque a la PBA y la “intervención a la Corte Suprema” en un movimiento autoritario de Milei en pos de “consolidar su modelo de exclusión y crueldad”. “Castigar al pueblo bonaerense no le va a servir ante la crisis irremediable de su modelo económico, que va camino al estallido”, concluyó Mendoza.

Los apoyos a Kicillof y la defensa de los intereses de los bonaerense por parte de la dirigencia pejotista y camporista de la provincia se sumaron a otros que comienzan a acumularse desde todo el peronismo. Milei, con su polémica declaración, unificó al peronismo en una semana en la que la noticia era justamente su división, o al menos la consolidación de sus diferencias internas. Si el presidente buscó agitar la opinión pública y reafirmar la polarización entre el oficialismo libertario y el peronismo, sin dudas tuvo éxito en su cometido. Pero también el presidente camino el filo riesgoso de darle motivos y ejes para articularse a un peronismo que venía más ocupado en saldar sus cuestiones internas que en unificar posturas en su contra. Mauricio Macri podría darle consejos en tornos su experiencia sobre a  qué resultados puede conducir esa estrategia.