Como viene sucediendo desde que el kirchnerismo se consolidó como una fuerza política de peso, las elecciones se resumen en términos de los que eligen al candidato de ese color político, ya sea como Frente Para la Victoria, Unidad Ciudadana, o el nombre que tenga, y los que eligen ir con la coalición de fuerzas que mejor pise en el momento. Con Cambiemos en el gobierno desde el 2015, ésa parece ser la respuesta mayoritaria para los que se paran en la vereda de en frente a la que se encuentra Cristina Fernández, y así parece que será tanto en Provincia como en Nación, en los comicios en los que la oposición tendrá a Axel Kicillof como candidato a gobernador y Alberto Fernández a presidente.

En este contexto, resulta interesante revisar los mecanismos en los que los dos precandidatos que se disputarán la Provincia manejan sus redes. Si bien la mayor presencia la tiene María Eugenia Vidal, duplicando la cantidad de seguidores en Facebook y Twitter que tiene Kicillof, las urnas no tienen una diferencia tan marcada y la campaña 2.0 será la que incline la balanza para un lado o el otro.

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Con edades similares (Vidal tiene 45 y Kicillof 47), ambos forman parte de ese grupo de personas que no se crió con una computadora pero sí tuvo acceso y aprendió a usarlas, así como también se adaptó con facilidad a la explosión de las redes sociales. Sin ir más lejos, en una reciente entrevista el intendente de Pinamar, Martín Yeza, le destacaba a este medio la importancia de que los políticos usen sus propias redes, y que en el caso de la actual gobernadora, es ella, con ayuda de sus hijos, la que se encarga de manejar sus perfiles.

A pesar de la gran diferencia en Twitter, donde Vidal tiene 1,46 millones de seguidores y Kicillof sólo 744 mil, las estadísticas son similares. La aparición de ambos en esta red es similar, publicando entre 2 y 3 mensajes por día durante el último mes, en el que la gobernadora sumo poco más de 10 mil suscriptores y el diputado 18 mil, número que podría explicarse por el anuncio de la fórmula con Verónica Magario.

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Es en las otras dos redes, Instagram y Facebook, donde más se nota la diferencia de usos. Partiendo de la más visual de las dos, Instagram, si bien la cantidad de seguidores es pareja (562 mil para Vidal contra 357 mil de Kicillof), son las descripciones de sus perfiles los que marcan el estilo de cada uno: "Mamá orgullosa", dice en el de María Eugenia, antes de aclarar que es la Gobernadora y "Defensora del cambio", mientras que en el de Axel el ser actor político lo define (además de su cargo, aclara que es "militante del Proyecto Nacional y Popular).

Finalmente, en el plano de la plataforma Facebook, la más popular de todas, donde Vidal tiene más del doble de diferencia de suscriptores (1,64 millones), el contraste es todavía más llamativo. Desde las fotos de portada donde vemos a un Kicillof rodeado de militantes (imagen que se viralizó y se volvió meme), es una clara señal de querer mostrarse cercano que se opone a la de Vidal en donde vemos dos policías, quizás intentando reforzar la idea de que la seguridad es prioridad; de hecho, algunos comentarios le reclaman que ponga fotos de docentes. ¿Qué dicen sus publicaciones? Acá es donde se entiende que la campaña entró en marcha y cada uno tiene su receta: Mientras María Eugenia pone el foco sobre la gestión, sobre lo que se hizo, Axel Kicillof recurre compartir las presentaciones que se vienen en público, donde la gente puede ir a presenciar los actos pre-electorales.

No hay una forma única de gestionar las redes sociales, y de ninguna manera se puede afirmar que un perfil virtual atractivo se traduce en una victoria asegurada. Pero estos tiempos dejan bien en claro que todo pasa por las pantallas y sobre todo por los celulares, por lo que Twitter, Facebook e Instagram se vuelven herramientas esenciales para pensar las estrategias políticas en las PASO y en las elecciones generales.