En el último período, muchos hábitos sufrieron modificaciones considerables. El distanciamiento social, reglas de aforo y elementos de prevención son los más notorios, pero también se desarrollaron cambios más profundos en el quehacer cotidiano.

La forma de comprar es una de ellas, incluso en relación a objetos de consumo esencial, como productos de supermercado. El desarrollo de nuevos formatos y la necesidad de resolver gestiones que son parte de la supervivencia, condujo a que la ciudadanía se adapte.

En esta nota, hacemos un repaso por cinco aspectos que durante la pandemia sufrieron cambios que probablemente llegaron para quedarse.

1. Compras online

Los protocolos de distanciamiento social, sanitización y horarios restringidos impulsaron la recurrencia a la virtualidad para realizar nuestras compras. Incluso en el caso de los supermercados, se implementan opciones como PedidosYa Market, 100% online.

Esta opción, desarrollada en aplicaciones o tiendas virtuales, permite ahorrar tiempo, además de elegir en la comodidad del hogar entre las distintas opciones.

2. Desinfección de la mercadería

La desinfección de las compras es otro hábito que ha tomado un lugar dominante entre las acciones cotidianas como comprar en el supermercado. Al ingresar para hacer una compra presencial, por ejemplo, el personal debe desinfectar los carros y las manos de los clientes.

Los productos comprados, por su parte, también deben pasar un proceso de desinfección preventiva antes de guardarse. La sanitización puede realizarse con lavandina o alcohol, según el caso, y se recomienda sacar los contenidos de sus envases y bolsas, en lo posible.

3. Ley de góndolas

A finales del 2020, se reglamentó una Ley de góndolas que empieza a regir en 2021. Se trata de la diversificación de oferta en aquellos objetos de consumo cotidiano masivo. La ley busca evitar la colusión y, por lo tanto, dar presencia a empresas más pequeñas y circulares.

Cada proveedor podrá ocupar máximo un 30% del espacio destinado a una categoría de productos. Además de más opciones de precio, la ley exige que sea más fácil ubicar productos.

4. Baja de exportaciones

Además de la Ley de góndolas, existe una realidad que es la baja de importaciones. Ya sea por el constante aumento de precios o las dificultades de tránsito, el ingreso de productos del extranjero experimenta una baja considerable.

En su lugar, se empezó a desarrollar una economía local que da espacio a la industrias medianas y pequeñas, que también sufrieron un descenso de sus exportaciones.

Esto también refleja la escasez de ciertos productos, pero pone en el mercado opciones locales menos conocidas.

5. Compra de productos esenciales

Si bien en Argentina no se bloquearon góndolas de productos no esenciales como en otros países dentro y fuera de la región, la elección del público experimentó cambios. Diversos estudios arrojan un incremento en el consumo de alimentos orgánicos y elementos de higiene.

Las principales razones del cambio son la necesidad de desinfección y la toma de conciencia sobre hábitos saludables para reforzar nuestra inmunidad. Sin embargo, otra gran razón de poner el foco en los “esenciales” tiene que ver con el ahorro.