Con la educación pública y privada en el ojo de la tormenta a raíz del conflicto que mantienen los docentes en la mayoría de las provincias, el presidente Mauricio Macri firmó un Decreto de Necesidad y urgencia (DNU) que beneficia a los dueños de las escuelas privadas y exime del pago de aportes patronales durante el 2017. La medida no es nueva y ya se había aplicado el año pasado, además el kirchnerismo también lo dispuso de manera ininterrumpida desde 2011.

La medida suspende "desde el 1° de enero de 2017 hasta el 31 de diciembre de 2017 inclusive, la aplicación de las disposiciones contenidas en el Decreto N° 814 del 20 de junio de 2001 y sus modificatorios, respecto de los empleadores titulares de establecimientos educativos de gestión privada que se encontraren incorporados a la enseñanza oficial".

El argumento principal que maneja el Ejecutivo es que de este modo se evita un aumento a los subsidios a esos establecimientos o que aumenten las cuotas. Así lo establece en los considerandos, al afirmar que si se aplican las contribuciones se "provocará un incremento en el valor de los aranceles que abonan las familias por los servicios educativos brindados en instituciones cuyo personal no está totalmente alcanzado por el aporte estatal, impacto que es mayor en aquellas regiones menos favorecidas del país...".

El año pasado se había dispuesto una medida igual a través del decreto 275/2016 y la suspensión del pago de aportes patronales a los centros educativos de gestión privada fue aplicada duranteel kirchnerismo, y desde 2011, de manera ininterrumpida.

Finalmente, aseguraron en el DNU que "tal situación puede ocasionar no sólo un detrimento en la calidad educativa, sino que al mismo tiempo puede impactar en el nivel de empleo en este sector, lo que agravaría la situación económica y social actual producida por la crisis financiera mundial y de la que el Gobierno Nacional procura evitar sus mayores riesgos"