Uno de los integrantes del triunvirato de la Central General de los Trabajadores, Héctor Daer, se refirió a la reforma laboral impulsada por el gobierno de Mauricio Macri y opinó que el borrador de ese proyecto podría "destruir los derechos de los  trabajadores",  por lo que "el Parlamento no lo va a dejar pasar y el Movimiento Obrero tampoco".

La CGT y el Gobierno pondrán en marcha hoy la primera reunión de equipos técnicos para continuar con el análisis del proyecto de la reforma laboral y, de cara al encuentro, el diputado nacional y secretario general Héctor Daer reafirmó lo que le advirtió el viernes pasado al ministro de Trabajo, Jorge Triaca, de que tal como está presentado no va a ser aceptado porque tiene "intereses muy concretos de destruir los derechos de los trabajadores".

La semana anterior hubo un encuentro de las mesas técnicas conformadas por funcionarios y sindicalistas junto a sus equipos, quienes acordaron que a partir de hoy iniciarán el análisis detallado del proyecto de la reforma laboral, punto por punto.

Luego del rechazo inicial de la CGT, se espera una intensa negociación que tendría serias modificaciones para terminar un proyecto que pueda ser enviado para ser tratado en el Parlamento. "Es un texto muy lejano a la doctrina del derecho laboral de la Argentina y casi universal", argumentó Daer y remarcó que "toda la sociedad tiene el derecho a discutir en forma clara lo que hace a la calidad y a la forma de vida de la gente".

 "El Parlamento no la va a dejar pasar y el movimiento obrero tampoco", lanzó Daer respecto a la reforma laboral actual del Gobierno y se quejó de los sectores "que sistemáticamente aparecen en público planteando que el país no se desarrolla por culpa de los derechos laborales, que hay trabajadores informales por culpa de los derechos laborales".

El sindicalista admitió que el proyecto  Mauricio Macri "no tiene nada que ver con lo de Brasil", aunque subrayó que "eso no quiere decir que sea buena", ya que "avanza en temas complicados para el trabajador".

"La de Brasil tiene un tema fundamental que es que rompió la jerarquía legal, la desaparición absoluta del derecho. Acá lo que se pretende cambiar es la filosofía del derecho y a un plazo a cinco o diez años a partir de la jurisprudencia modificar los derechos de los trabajadores", concluyó.