La sociedad “universal” polarizada

Las escenas llegan de todo el mundo, grupos de derecha militaristas, patriarcales, fanáticos religiosos, fanáticos ideológicos se contraponen a  marchas de organizaciones progresistas que buscan ampliar derechos, defender a minorías, acabar con el sistema económico financiero que nos gobierna. Esas sociedades, que en la mayoría de los casos vemos en el primer mundo, tienen una estabilidad económica general que frente al triunfo de uno u otro grupo, no hace peligrar la esencia de dicha sociedad. El triunfo de Biden en EEUU, lo mostrará a la largo de los meses.  Podrá variar uno o dos puntos del desempleo, algunas características de su economía, pagarán impuestos algunos que antes no lo hacián, abrirán algunas industrias y cerrarán otras. Quizás hasta atacar países diferentes. Pero en términos generales, esa sociedad no dejará de ser la sociedad que fue, la sociedad que es. 

Y por casa cómo andamos

En algunos medios de comunicación, sobre todo oficialistas, se intenta mostrar las diferencias que tenemos aquí, y las comparan con las de esos países centrales. Piensan, acaso, que son universales esas diferencias, y que mundialmente hay dos clubes en el mundo; el de los que piensan mal y el de los que piensan bien (según quien lo diga). La realidad es un poco más compleja. Como marcábamos arriba, en los países desarrollados las modificaciones que implican un cambio de gobierno, son mínimas en relación a las estructuraS de esa sociedad.  Sin embargo, en nuestro país un cambio de gobierno, el triunfo de fuerzas “nuevas” de centro derecha es condenar a la mayoría de la población al desempleo, pobreza, hambre, violencia y muerte. Así es como sucedió en la Argentina durante el gobierno de Mauricio Macri. El país con una economía dirigida al mercado interno y a la exportación de determinados comodities (con problemas, pero que funcionaba) cambio a una economía del sálvese quien pueda, y la presunción de que el Estado Argentino, y su actividad económica, no son necesarios en el mundo actual. Es decir a la presunción que la Argentina no debe existir más. La Argentina inviable….  

Un proyecto y un anti proyecto

Cuando decimos que hay un proyecto, decimos que hay una voluntad de existencia estatal y nacional. Un proyecto de una Argentina que produzca para todxs sus habitantes. Que diagrame para que todxs tengan trabajo. Que planifique estratégicamente qué le va a vender al mundo agregándole el trabajo de los argentinos. Que garantice la vivienda, salud, educación a todxs independientemente de su lugar de origen, no importa de donde vengan, sino que vayan hacia un proyecto colectivo. El anti proyecto, es justamente no tener una nación y un estado. Implica que nos da lo mismo donde nacimos y los que están alrededor. Implica que nos consideramos ciudadanos del mundo y que por eso podemos tener la plata en cualquier parte del mundo. La circunstancialidad de haber nacido aquí, no implica nada. Lo que no saben, los que piensan así, es que los principales países del mundo cuidan sus condiciones de existencia,  porque en algún momento definieron un proyecto, el cual nunca está en discusión, gobierne quien gobierne. 

El ejemplo inmediato: Aporte Extraordinario de las Grandes Fortunas

¿Qué implica el aporte  extraordinario? Que aquellos que poseen grandes riquezas en términos personales ( 0,02% de la población)  contribuyan al país, por intermedio de un único pago cobrado por el Estado y con una direccionalidad solidaria y productiva, para superar una crisis doble: generada por la gestión del gobierno anterior y por la pandemia. Es decir un proyecto que apela a una mirada colectiva de todxs. Las grandes riquezas aportan para que siga funcionando la sociedad, con la que hacen sus grandes riquezas.  La reacción de algunos empresarios y cámaras empresariales no sorprende, argumentan excusas para no pagar, defienden sus intereses inmediatos. Aquellos que deben legislar para las mayorías tendrían que pensar en cómo sale el país de la crisis. Cómo se reactivan las industrias y cómo se generan empleos. Cómo se asisten a los caídos del sistema hasta que la rueda económica se ponga en marcha. Sin embargo, un 46% de los diputados nacionales, expresados en Juntos por el Cambio, votaron en contra del proyecto. No hay preocupación por la continuidad de la Argentina, y del Estado, sino solo especulación política. Como durante su gobierno hubo especulación financiera. Con especulación y sin proyecto, no hay Argentina. 

Juntos por el Cambio, fuera del mapa

Ya planteamos en otro artículo, que el problema  en un principio, no es ser de derecha, en la Argentina, sino no tener proyecto para la Argentina.  ¿Qué implica esto? Pues implica que algunos sectores pueden tener ideas de “derecha”, como pagar salarios más bajos, cobrar menos impuestos, estar en contra del aborto legal,  insistir con la relación orgánica que la Iglesia tendría que tener con el Estado, aumentos en gasto de seguridad o en gastos en el ejército, pero en todos los sentidos se presupone que existe una comunidad, un país y un Estado presente. Implica reconocer la necesidad de generar valor agregado argentino para las exportaciones, implica generar un mercado interno, implica decisiones soberanas sobre política internacional, que solo beneficien, en primer lugar, a los intereses argentinos. La gestión de Juntos por el Cambio, en especial del PRO, tanto en su gestión de CABA, de Provincia de Buenos Aires y en Nación mostraron y muestran que no existe voluntad de construir un proyecto de país. Solo acotaciones a méritos individuales, como si una sociedad fuera una suma de individualidades, sin acuerdos y proyectos comunes.  Juntos por el cambio, es la inexistencia nacional, es el abismo para la Argentina como país. La grieta, de su lado, es un abismo para los argentinos. 

*Licenciado en Sociología, Doctorando en Ciencias Sociales, Docente de la UBA y la UNDAV. Coordinador de Grupo de Estudios sobre Marxismo e Historia Argentina en el Instituto de Estudios de América Latina y el Caribe. Integrante del Centro de Estudios Nacionales y Sociales Arturo Jauretche. Twitter: @Pablolopezfiori