Sobre la discusión del Aborto Legal, Seguro y Gratuito
El movimiento de mujeres ha logrado hacerse sentido común para la mayoría del pueblo argentino. El Gobierno aprovecha el tratamiento del proyecto para desviar la atención de otras temáticas y utiliza esta discusión para intentar disciplinar a la Iglesia Católica en sus críticas
Estado de la situación
Después de años en que el colectivo de mujeres ha peleado por la igualdad y particularmente, por el Aborto legal, seguro y gratuito, se logra la disponibilidad para discutirlo en el Congreso. Bienvenida la discusión de una medida que genera más derechos para los argentinos.
El Gobierno Nacional aparece como impulsor de una discusión en el Congreso, que las movilizaciones de mujeres hacían inevitable. Pero la discusión aparece estancada. Hay dos posiciones cristalizadas y el “poroteo” parecería marcar que el proyecto de ley no se transformará en ley. Algo que surge de las movilizaciones tendrá que ser aprobado en el Congreso por otras movilizaciones, no por el Gobierno que impulsa una discusión, para que nada cambie.
El aborto como extorsión, el aborto como derecho a la vida
Podemos remarcar, en este juego de tensiones políticas, dos actitudes provenientes de distintos lugares para resolver esta problemática social.
El Gobierno nacional que fomenta la discusión, sabe en el fondo (o pretende saberlo) que pese a la discusión el proyecto de ley no se aprobará. Aprovecha el tratamiento del proyecto para desviar la atención respecto de la discusión de otras temáticas, tan acuciantes como el aborto clandestino, pero más cercanas como la pobreza, el endeudamiento, los aumentos de tarifas. Pero, por otro lado también fomenta la discusión sobre la problemática para mostrarles a los representantes de la Iglesia Católica que no le gustan sus críticas frente a la política económica y social del gobierno. Por decirlo de otra manera, sin romper con la mirada moralizante que el gobierno tiene frente a la legalización del aborto (en múltiples apariciones distintos representantes del Gobierno manifiestan su opción por “la vida”) y sabiendo que muchos de sus diputados junto con los de otros partidos no lo van a aprobar, parecería decirle a los representantes de la Iglesia Católica “… puedo impulsarla hasta aprobarla, si quiero…..”. Utiliza la discusión del aborto para intentar disciplinar a la Iglesia Católica en sus críticas. Una demanda acuciante de muchos sectores del pueblo argentino y en particular del colectivo de mujeres, termina siendo utilizada para intentar acallar una voz crítica.
El colectivo de mujeres, que hace más de 30 años viene juntándose, reflexionando y marchando por la igualdad de las mujeres en las distintas instancias sociales, ha encontrado otra manera de plantear el tema del aborto legal. Ya no se trata solo del aborto a secas, sino que la discusión se centra en si se quiere dejar en el ámbito de la ilegalidad el aborto. Parecería un juego de palabras, pero no lo es. No se trata de la vida o la muerte, sino de que algo que acontece en la sociedad, en forma ilegal, oculta y precaria, se haga legal y que tenga el acompañamiento del Estado. Por decirlo de otro modo, no se es malo o bueno por acompañar o no el aborto, sino que se reconoce una situación de ilegalidad que mata a una mujer por día en la Argentina, y que si no se legaliza, la seguirá matando. Con la política del agua que orada la piedra, el movimiento de mujeres ha logrado hacerse sentido común para la mayoría del pueblo argentino; y por eso , más temprano que tarde el aborto legal, seguro y gratuito será ley en la Argentina y por eso más temprano que tarde las mujeres lograran la igualdad.
*Licenciado en Sociología, Doctorando en Ciencias Sociales, Docente de la UBA y analista político. Twitter:@Pablolopezfiori