Mariana Davico es una de las miles de personas que en estos días ve cómo su vida, la de su familia y la de las personas que recibían su servicio social naufragan en la desazón y la incertidumbre.

Lejos de cualquier suspicacia o injuria infundada sobre ser “ñoqui”, faltar a trabajar o enriquecerse a costa del dinero “de los contribuyentes”, ella se levantaba bien temprano y debía tomar media docena de colectivos en sus viajes diarios por el conurbano bonaerense, la caja de resonancia de las crisis económicas, donde quedan marcadas la pobreza y la desigualdad en su más cruda expresión.   

Fue por 14 años la coordinadora regional de la Provincia de Buenos Aires del Programa Nacional Primeros Años, que el Gobierno de Javier Milei decidió desguazar, junto con el resto de las áreas que formaban parte de la Secretaría de Estado de Niñez Adolescencia y Familia (SENAF). Hasta que en la previa del fin de semana largo de fines de marzo/ principios de abril por Semana Santa y la conmemoración de la Guerra de Malvinas, un mensaje a su mail institucional a las 9 de la noche encendió la alerta roja. Integraba la lista de personas despedidas del Programa.

Su pareja también formaba parte de la SENAF, por lo que el drama familiar se multiplica por dos. No solo ya no se cuenta con un ingreso en la casa, sino que directamente no hay nada de plata para “parar la olla”, en medio de una espiral inflacionaria tan insoportable como destructiva.

DESGUACE MASIVO, GENTE SIN DERECHOS

Al igual que ellos dos, son alrededor de 340 personas en total las que perdieron su empleo en la Secretaría, uno de los organismos que más sufrió el efecto ajustazo del Gobierno, que al comenzar la nueva gestión contaba con 2.400 personas distribuidas por todo el país. En el caso del programa Primeros Años, donde trabajaba Davico desde 2010, se comunicaron 82 despidos.

Además de los equipos técnicos territoriales y los profesionales, el trabajo en esta área lo llevaban adelante los facilitadores, que son personas que viven en esos mismos barrios. A ellos ya desde diciembre se les habían cortado las becas que cobraban con el Plan Potenciar Trabajo.

A mí también me echó Milei (II): “Es un Gobierno cruel que no tiene reparos”

A la hora de notificar el cese laboral no hubo distinción entre los facilitadores barriales, el personal administrativo y los equipos de profesionales del Programa: los mails de despido caían a mansalva, sin distinción de trayectoria, ni de situación personal. Muchas trabajadoras, de hecho, fueron echadas cursando embarazos, en pleno tratamiento oncológico, que tenían Certificado Único de Discapacidad (CUD) e incluso bajo periodo de licencia.

El objetivo del programa, según Davico, era “fortalecer las capacidades de crianza de las familias en situación de vulnerabilidad social con niños y/o niñas de 0 a 4 años, mujeres embarazadas y personas gestantes a través de acompañamiento, actividades y capacitaciones”.

Hasta su desmantelamiento, el programa alcanzaba a:

- 21 provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; en

-113 localidades, con equipos técnicos en todas las regiones, y contaba con

-105 zonas de crianza y

-519 espacios comunitarios

Hoy la parálisis es total en algunos municipios, sin equipos técnicos en Bahia Blanca, Mar del Plata y Quilmes). Davico se lamenta de lo que significa esto por la falta de contención social hacia los sectores más humildes, siempre golpeados más que ningún otro por la falta de acceso a bienes indispensables para la crianza, “Hacíamos un acompañamiento desde un abordaje comunitario y territorial”, enfatizó.

La excoordinadora del Programa plantea que “al día de hoy faltan designar a las principales autoridades” de la Secretaria que hoy depende del Ministerio de Capital Humano que encabeza Sandra Pettovello. Solamente asumió Ana Belén Marmora como subsecretaria pero, como ocurre en casi toda la administración pública desde la llega de La Libertad Avanza a la jefatura de Estado, es un misterio lo que sucederá con todos los cargos intermedios de Direcciones que aún faltan designar.

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¿Cómo nace el programa Primeros Años?

-Empieza con la sanción en el Congreso en 2006 de la ley 26.061 de protección Integral de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes. El programa nacional funcionaba como parte de la Secretaría de Estado de Niñez Adolescencia y Familia (SENAF). Era un ente autárquico porque nace para poder acompañar a las familias con un cambio de paradigma que considera a los niños y niñas como sujetos de derecho.

¿Cómo se enteraron de los despidos?

- No llegaron telegramas. Fue todo de una forma más informal. Nos llegó el mensaje a los mails institucionales el 27 de marzo a las 21 horas. El mensaje no tenía remitente, no había nombre de persona ni firmas. Eran mails específicos con el objetivo de comunicar las desvinculaciones. Lo único que decía era que a partir del 31 de marzo no se nos renovaban los contratos.

“HAY UN VACIAMIENTO ATROZ DE TODO LO QUE SON LAS POLÍTICAS PÚBLICAS”. 

Hay un vaciamiento atroz de todo lo que son las políticas públicas. Esto no solo tiene que ver con que nadie nos firmó el mail donde nos despedían, sino que tampoco hay nadie que firme para garantizar cosas básicas como el pago de proveedores para que siga llegando la leche a los jardines comunitarios o a los espacios de cuidado de primera infancia.

Milei había dicho en la campaña electoral que Pettovello y su ministerio de Capital Humano eran los únicos con la chequera abierta…

-Milei dijo muchas cosas en la campaña. Dijo que no iba a echar a nadie que no quiera laburar. Nosotros presentamos informes de gestión, toda la parte administrativa, económica y legal del lugar donde yo trabajaba está monitoreada y además depende de un acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU). No hay ningún tipo de irregularidad para excusarse de cómo el Gobierno imprenta los despidos. Montan un discurso para legitimar el desastre que están haciendo, que es el desguace del Estado en todas sus aristas.

“MONTAN UN DISCURSO PARA LEGITIMAR EL DESASTRE QUE ESTÁN HACIENDO, QUE ES EL DESGUACE DEL ESTADO EN TODAS SUS ARISTAS”. 

¿Cómo se refleja esta política de motosierra en el programa en el que trabajabas?

-En el área de Niñez, Adolescencia y Familia es terrible lo que están haciendo. No solo desmontan el programa, sino que tampoco sé cómo van a pensar políticas para desarrollarlo sin trabajadores y trabajadoras en esos territorios. Se trata de tareas que las tienen que ejecutar personas que tengan conocimiento. Nosotros sí nos hemos capacitado para llevar esas funciones adelante.Yo coordinaba un equipo interdisciplinario que incluía: nutricionistas, trabajadores sociales, psicólogas, antropólogas, musicoterapeutas, terapistas ocupacionales, psicodramatistas, trabajadores de perinatalidad. Esto implicó una capacitación que fuimos haciendo por más de diez años trabajando en conjunto acompañando a las familias con niños y niñas de entre 0 y 4 años. Y todo con una mirada comunitaria. Todo esto se está destrozando.

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¿Cómo era trabajar cotidianamente con los sectores más castigados por las sucesivas crisis del país?

-Trabajamos con una población que lamentablemente siempre está al límite, en términos económicos y sociales. Son familias de mucha vulnerabilidad. Promover y proteger derechos en esos ámbitos es difícil. Además de dar la chapa, el colchón, los pañales y la leche, trabajamos articuladamente en las zonas de crianza, que son espacios de encuentro muy importantes. 

“CON NUESTRO TRABAJO, HAY UN SOSTÉN PERO TAMBIÉN UN ABRAZO”. 

Allí una madre acude para buscar una leche o un paquete de pañales porque no los tiene. Y eso en lo más básico significa que un niño va a poder ser sostenido porque se le puede cambiar el pañal y porque va a estar alimentado. Hay entonces un sostén, pero también un abrazo.   

Y eso además incluye las dudas que todas las personas tienen durante la crianza…

-Cuando estamos embarazados o parimos a un hijo se presentan miles de dudas. Es algo sumamente común pero las personas que tiene un ingreso económico, que pueden pagar para ir a un taller de lactancia, de puerperio o sobre el juego en el ámbito privado. 

“EL GOBIERNO NO TIENE REPAROS”. 

Nosotros estábamos a la mano de esas familias sin ingresos, pero que tienen las mismas preguntas. Y también esos niños tienen los mismos derechos que cualquier otro. El Gobierno no tiene reparo en todo esto y lo está cortando.

¿Pensás que el Gobierno no mide las consecuencias del desmantelamiento del Estado que lleva adelante?

-Es un gobierno cruel, actúan con una crueldad sin precedentes hacia las y los trabajadores. Hablan despectivamente de las políticas de Estado. Es una posición política e ideológica sobre los trabajadores estatales. Debe administrar un Estado que detesta y no duda en desguazar.

“ES UN GOBIERNO CRUEL, ACTUAN CON UNA CRUELDAD SIN PRECEDENTES”. 

Pero gozan de un importante consenso social sobre el “necesario” ajuste del Estado…

-Lamentablemente hay un discurso social que apunta a que todos los trabajadores del Estado somos “ñoquis”, que no laburamos. Pero la realidad es que nosotros trabajamos un montón de horas, ponemos plata de nuestro bolsillo, nos levantamos igual de temprano que cualquier trabajador, nos tomamos el tren, el colectivo, y ponemos el cuerpo en los territorios y en los barrios. Entiendo que debe haber cosas a mejorar y rever, que también originan descontento, pero se demoniza al trabajador del Estado sin conocer cuál es la tarea que realizamos.

“SE DEMONIZA AL TRABAJADOR DEL ESTADO SIN CONOCER CUÁL ES LA TAREA QUE REALIZAMOS”. 

En nuestro caso, somos un lazo para garantizar los derechos del bebé, de los niños y niñas, y de las madres que están por parir. Una vez que se da el nacimiento, buscamos construir una vinculación que les sirva a esas personas por el resto de sus vidas. Los primeros cuatro años de vida fortalecen todos los vínculos que hasta que seamos viejos y nos muramos vamos a llevar con nosotros.

A mí también me echó Milei (II): “Es un Gobierno cruel que no tiene reparos”

Y el recorrido del Programa ya ha tenido la experiencia de ser llevado adelante durante gobiernos de distintos signos políticos…  

Para que te des una idea, con el macrismo tuvimos la oportunidad de contar que era lo que hacíamos y nos escucharon como trabajadores especializados en la tarea. Teniendo en cuenta también los lineamentos que traía ese Gobierno, la verdad que trabajamos muy bien. Pero la actual gestión directamente no nos quiso ni escuchar y nos echó. Tampoco abrió mesas de diálogos ni ninguna negociación con las mesas sindicales donde tenemos representación de nuestros derechos laborales.

“LA ACTUAL GESTIÓN NO NOS QUISO NI ESCUCHAR Y NOS ECHÓ”. 

 ¿Qué significa estar desocupado después de tantos años de labor?

-Es algo muy jodido y en este contexto económico y social es aún más terrible por lo difícil que es conseguir un nuevo empleo. Mi pareja y yo estamos sin trabajo, encima alquilamos y ahora no tenemos ningún ingreso. 

“ESTAR DESOCUPADO ES ALGO MUY JODIDO Y EN ESTE CONTEXTO ES AÚN MÁS TERRIBLE”. 

Nos ayudan familiares, amigos y compañeros para poder sostenernos hoy. Es nuestra elección ser profesionales y defender el trabajo de carrera en el Estado. Apostamos llegar a las familias más humildes y el Estado tiene la responsabilidad de garantizar que estas políticas se lleven adelante.

A mí también me echó Milei (II): “Es un Gobierno cruel que no tiene reparos”

Vivimos en un sube y baja: hay días que estamos más activos y buscamos la forma de visibilizar nuestra causa, y que nos reciban las autoridades, y hay otros días en los que caemos en la angustia y la depresión por la situación. El vocero (Manuel) Adorni dijo que la selección para los despidos había sido ‘exhaustiva y minuciosa’, y nosotros sabemos que eso es mentira. Es solo una cuestión de números, y nos les importa que atrás haya personas y familias que el día de mañana no van a tener cómo subsistir.    

“VIVIMOS EN UN SUBE Y BAJA”. 

¿Tenes alguna imagen o recuerdo lindo de un día en tu trabajo al frente del Programa?

-Son un montón pero recuerdo que en el barrio La Matera de Quilmes, donde no hay acceso al transporte público, y a las familias se les dificulta llegar, los días martes teníamos un espacio de crianza en el Centro de Integración Comunitaria (CIC). Me acuerdo de los chicos que entraban corriendo por los pasillos donde sabían que había cosas para ellos.

“ESOS PIBES A LOS QUE TANTO LES GUSTABA HABITAR ESE ESPACIO, HOY NO LO TIENEN MÁS”. 

Tengo la imagen de algunos de ellos tirados panza arriba sobre una colchoneta y uno de ellos le pidió a un compañero nuestro que les lea un cuento. Son cosas súper pequeñas pero esos chicos no tienen libros en sus casas, no tiene un piso limpio para tirase y rodar de un lado para el otro y ahí podían hacerlo. Esos pibes, a los que tanto les gustaba habitar ese espacio, junto con sus familias, hoy no lo tienen más.