En lo que a la prensa concierne, la “libertad” no parece ser el fuerte de La Libertad Avanza – al menos eso es lo que evidencia la más reciente actualización del ránking mundial de libertad de prensa elaborado por la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF), que ubicó a la Argentina un total de 26 puestos por debajo de su marca precedente debido a los “problemas significativos” que presenta el país principalmente debido a la llegada a la presidencia de Javier Milei, calificado como “abiertamente hostil con la prensa” e impulsor de habituales “agresiones y ataques a periodistas”.

El presidente de extrema derecha Javier Milei, elegido en 2023, alienta las agresiones a periodistas y los ataques para desacreditar a medios y reporteros críticos con su política. Sus partidarios lo difunden ampliamente”, advirtió la agrupación en su entrega de la “Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2024: los peligros de la industria del engaño”, donde el país quedó asentado en el puesto 66 de 180. El ránking es liderado por Noruega, Dinamarca, Suecia, Países Bajos y Finlandia.

La Argentina figura 26 lugares por detrás de la medición de 2023: en medio han surgido “problemas significativos” que se desprenden de razones como “la alta concentración y la opacidad de la propiedad de los medios, la polarización, la ausencia de políticas públicas para garantizar la pluralidad, así como la precarización del ejercicio del periodismo”. Pero a todo ello se suma la actividad de la gestión nacional y de sus máximos representantes, que contribuyen a las “amenazas” a la libertad de prensa.

Al respecto, la RSF alertó por “las presiones por parte del gobierno y de las empresas a través de la publicidad privada y estatal y del uso partidista de medios públicos nacionales, provinciales y municipales”, a lo que se suman los “condicionamientos al ejercicio de la pluralidad” a raíz de “déficits en las políticas públicas y por una elevada concentración”. Y en medio, “la llegada al poder de Javier Milei, abiertamente hostil con la prensa, marca un nuevo y preocupante punto de inflexión para la garantía del derecho a la información en el país”.

Junto a ello, la organización apuntó también al impacto que tienen en el ecosistema mediático las medidas de achicamiento del Estado implementadas por el gobierno de La Libertad Avanza. En ese punto, consignó que la decisión de cerrar la agencia de noticias Télam configura “un duro golpe al derecho a la información” en la Argentina. Asimismo, “el fomento del odio y la violencia encuentra eco en medios de diversas tendencias. Las cuestiones sociales, económicas y políticas delicadas se mantienen fuera del debate público, y la agenda mediática está muy concentrada en las grandes ciudades, especialmente en Buenos Aires”.