Verón sobre Rojo: "hablé muchísimo tiempo con él, pero ahora tengo que estar atrás de Darío Sarmiento"
El presidente de Estudiantes admitió que las desafortunadas apariciones del defensor motivaron su intervención, aunque aclaró: "Creemos que es grande y tiene edad para cuidarse solo". Además, habló de porque dejó de ir a las reuniones de Superliga
El presidente, Juan Sebastián Verón, habló por primera vez este miércoles de la polémica que envolvió a Marcos Rojo, al haberse mostrado jugando al fútbol con amigos con la camiseta de Boca y jugando al truco rodeado de personas y fumando en plena cuarentena.
La Brujita admitió que la situación ameritó su intervención pero también intentó ponerle paños fríos: "Hubo una charla por la situación de Rojo. Creemos que ya es grande y tiene la edad para cuidarse solo. A Marcos lo tuve de chiquito en casa, hablé muchísimo tiempo con él. Pero ahora tengo que estar atrás de Darío Sarmiento", aseguró en diálogo con el medio partidiario "Acá Hay una Escuela".
A la hora de hablar sobre como afecta la pandemia a la institución, manifesto: "Estudiantes, por suerte, es un club ordenado, debido al trabajo de mucho tiempo. Hubo épocas donde se exigía invertir, pero eso hoy nos llevó a tener un orden y podemos cumplir con todas las obligaciones. El jugador de fútbol no deja de ser un laburante, se divierte dentro de una cancha pero necesita generar dinero. El club necesita que la economía se mueva y que la gente trabaje. Si desean que el fútbol argentino vuelva más tarde que el resto de las actividades, me parece que habría que usar estos meses para crear un protocolo y encontrar la manera de ayudar a los clubes".
Ademas, contó cómo se resolvió puertas adentro del club la reducción de salarios ante la crisis del coronavirus: "El jugador de Estudiantes entendió. La primera medida que tomamos fue la reducción del sueldo. Mes a mes hay un deterioro económico, pero también una buena predisposición por parte de jugadores y empleados del club".
Con respecto a la decisiones en AFA, volvió a disentir las ideas a futuro y deslizó: "El hecho de dar por terminado un torneo que se podía disputar más adelante no me pareció una decisión correcta. Un campeonato de 30 equipos no tiene competitividad. Dejé de ir a las reuniones de Superliga porque yo quería gestionar, no rosquear. No tengo esa necesidad, quiero que el fútbol argentino mejore. Prefiero quedarme en el club y no pierdo tiempo en cosas que no suman nada".