El glamour (y bajezas) de la industria cinematográfica de Hollywood en la década del 30 le dan el marco a una comedia romántica, fresca en su trama y profunda en sus temas. Jesse Eisenberg y Kristen Stewart deleitan como pareja protagónica.

Y en el medio están los confusos caminos del deseo&

El amor no correspondido causa más muertes al año que la tuberculosis , dice un personaje en Café Society, la nueva película de Woody Allen ambientada en la época dorada de Hollywood, durante los años 30.

En la frase enclavan dos de las obsesiones del cineasta presentes en una historia de amor melancólica y llena de fascinación por los lugares que recorre (mansiones, clubs nocturnos, playas, elegantes clubes de jazz), pero también por esa fascinación que aparece en los flechazos del enamoramiento.

Bobby (Jesse Eisenberg), un joven judío de una oscura casa del Bronx de Nueva York irá tímidamente a Los Ángeles para pedirle trabajo a su tío Phill (Steve Carell), director de una importante agencia cinematográfica.

Allí se cruzará con personalidades de ese mundo en fiestas lujosas, también con alguna que otra prostituta naif con sed de fama, y con Vonnie, una bellísima Kristen Stewart (fresca, de gestos sutiles, jamás sobreactuada) en la piel de la secretaria de ese tío. Un par de encuentros con ella bastarán para enamorarse, avanzar, y tener la oportunidad del batacazo. 

Atrás quedará su familia una idishe mame (Jeannie Berlin) capaz de lamentarse más por la conversión al cristianismo de un hijo que por la propia muerte, un hermano gánster (Corey Stoll) que resolverá los problemas más prácticos de la forma más extremista, y esa vida cotidiana sin vuelo a la que volverá tiempo después, derrotado, para volver a intentarlo. Es que por esos caminos te va llevando Allen. Aleatoriedad, idas y vueltas, marcha adelante y atrás& O hacia otro lado& Vericuetos del deseo presentes en más de un personaje.

El deseo, el azar, las decisiones

Mañana se levantará el Sol y quién sabe lo que traerá la marea . Chuck Noland, protagonista de Náufrago.

Café Society es un cuento de amor (la voz en off de Allen, narrando transmite algo de eso). También es una historia acerca de las decisiones que implica el querer y sobre el azar que hay en los vínculos. 

En el film el director hace que en sus personajes valga luchar por amor. ¿Pero qué estrategias hacen ganar al Otro, (a sabiendas que nadie gana ni pierde lo que no se tiene) cuando a veces ni esa persona sabe de qué dependen sus elecciones? Psicoanalizado y lector de Sigmund Freud, Allen sabe sobre el gobierno del inconsciente, y deja más preguntas que respuestas sobre algunas elecciones de sus personajes.  

Es ese destino que aparece en Match Point cuando la pelota cae de un lado o del otro, que nos escupe en la cara para enseñarnos que, aunque nos neguemos, hay cosas que no podemos controlar& Y habrá que cambiar el tablero.

La vida es una comedia escrita por un cómico sádico , dice Bobby, quien se enfrentará a este cómico y tendrá su chance en otro lugar y con otra belleza encarnada en el personaje de Blake Lively. 

En el medio, Allen no se detendrá en el sufrimiento ni en el drama intenso de ninguno de los protagonistas. Hará el salto a un Bobby más suelto, más maduro y con armas de seducción ganadas. A Vonnie también la mostrará distinta, y en sus vidas habrá glamour, dinero y amores eternos.

Se sabrá, sin embargo, que algunas cosas de ese pasado quedarán inmortalizadas, porque hay sentimientos que duran para siempre . 

Algunos datos

Café Society es la película número 46 de Woody Allen.

Es su primer film realizado con cámaras digitales.

Sorprende el trabajo del diseñador de producción Santo Loquasto y del director de fotografía italiano Vittorio Storaro (Novecento, Apocalipse Now).

Allen usó un presupuesto de 30 millones de dólares, mucho más que lo requerido habitualmente.