¿No hay pauta? Los “sobres” de Milei a medios amigos vía YPF
La empresa mixta de control estatal aumentó de $31.749 millones a $97.110 millones su gasto en publicidad entre 2023 y 2024. La Derecha Diario es expuesta en vivo por la pauta que recibe del Estado. Las cajas que maneja Santiago Caputo sostienen el relato oficial.
Un escándalo de gran magnitud empieza a cocinarse en materia de la relación del Gobierno nacional con los medios de comunicación. Una vértebra central en la columna del relato libertario pasa por la denuncia a los medios y al periodismo como parte del sistema corrupto de la “casta”. Los famosos “ensobrados” que se resisten a la caída del antiguo régimen y obstaculizan la emergencia de una nueva Argentina sin privilegios.
Sin embargo, más que desaparecer los “sobres” parecen haber encontrado una nueva y más conducente vía para seguir sosteniendo el relato del poder. El encargado de manejarlos no es otro que “el mago del Kremlin”, principal asesor de Milei y pata del “triángulo de hierro”, Santiago Caputo.
El monotributista que no tiene un cargo formal en el organigrama del Estado maneja, sin embargo, las millonarias cajas del Banco Nación, Aerolíneas Argentinas e YPF, empresas controladas por el Estado y desde las cuales se manejan millones en publicidad oficial. Justamente una de ellas quedó en el ojo de la tormenta en las últimas horas, al conocerse un desorbitante aumento en la partida de gastos publicitarios durante el 2024
Así lo reveló el investigador Agustín Espada, que publicó un balance de YPF en el que se muestra el incremento en la partida de “Gastos de publicidad y propaganda” de YPF. El monto pasó de los $31.749 millones destinados por el gobierno de Alberto Fenrández en 2023, a $97.110 millones durante todo 2024. “Se trata de un aumento del 40% del gasto, en números reales y con una inflación interanual del 117.8%”, señaló el investigador en su cuenta de X.
En paralelo, este fin de semana reveló otro vértice del escándalo que permite inferir hacia dónde viajan los nuevos sobres de la pauta oficial. En una entrevista con el programa Opinión Pública y ante las preguntas de los periodistas Ramón Indart y Nicolás Fiorentino, el dueño de La Derecha Diario, Javier Negre, quedó escandalosamente expuesto en relación al dinero público que recibe el medio libertario.
“Nosotros no recibimos un solo peso del Gobierno, tenemos nuestra propia línea editorial que es en defensa de la batalla cultural y del gobierno de Javier Mieli”, afirmó Negre en línea con el relato del oficialismo. “¿YPF no los auspicia?”, le preguntaron rápidamente los periodistas, frente a lo cual el dueño del pasquín de ultraderecha insistió: “No, nosotros desde el Gobierno central no, directamente desde el Gobierno no. YPF es una empresa privada”.
Inmediatamente el equipo del programa corrigió a Negre recordándole que YPF es una empresa mixta, en la cual el Estado maneja el 51% de las acciones y por lo tanto tiene potestad sobre las decisiones, una cuestión básica y que se supone que una persona en su posición debería tener más que claro. Ramón Indart volvió a presionar sobre el tema, expresando que al abrir la página de La Derecha Diario inmediatamente aparecen avisos publicitarios de YPF y también de gobiernos como el de Tucumán.
“Es que nosotros no recibimos consignas. Tenemos nuestra audiencia y la ponemos al servicio de las empresas. Lo que no hacemos es recibir pauta para defender los intereses de ningún gobierno”, fue la extraña respuesta que pudo ensayar el dueño del principal medio libertario.
El nuevo episodio de la escandalosa relación del gobierno libertario con la prensa y los medios de comunicación se inscribe en un contexto en el cual el velo de la pulcritud y la pureza empieza a caérsele a un grupo de outsiders que llegaron al poder y multiplican sus negocios en cada oportunidad que tienen. Desde la estafa cripto a la promoción de una universidad privada de ultra derecha por parte del Presidente, pasando por los pedidos de dinero de Karina a empresarios de todo el mundo para facilitar reuniones con Milei y negocios en la Argentina, hasta el financiamiento vía empresas del Estado a medios de comunicación y periodistas afines, todo alrededor del nuevo Gobierno queda cada vez más teñido de fuertes sospechas de corrupción. La novedad que supieron vender a la sociedad en campaña se acerca peligrosamente a ser una repetición de lo peor de todo lo conocido.